Los talibán afganos han anunciado que van a hacer todo lo posible para secuestrar o asesinar al príncipe Enrique, el nieto de la reina británica Isabel II, el cual llegó la semana pasada a Afganistán para impartir un curso de piloto de helicópteros de combate 'Apache' durante los próximos cuatro meses.
"Estamos usando todas nuestras fuerzas para deshacernos de él, ya sea asesinándolo o secuestrándolo", declaró a Reuters el portavoz de los talibán, Zabihulá Muyahid, desde un lugar no determinado. "Hemos informado a nuestros comandantes en Helmand para que hagan todo lo que puedan a fin de eliminarlo", añadió, sin más detalles sobre lo que denominó la 'Operación Enrique'.
Enrique, conocido entre las filas como 'Capitán Gales', realizará su adiestramiento en el campo Bastión, la principal base militar de la coalición internacional en la provincia afgana de Helmand, en el sur del país, donde servirá en las filas del Grupo de Aviación Conjunto (JAG, por sus siglas en inglés), cuya misión es proporcionar apoyo aéreo con helicópteros a las fuerzas afganas y de la OTAN.
El príncipe obtuvo en febrero de este año el certificado para ejercer de copiloto artillero y fue destinado a la Brigada de Asalto Aéreo 16 para ganar experiencia de vuelo. El Ministerio de Defensa británico ha precisado que ha sido entrenado para operar los visores, sensores y sistemas de armas del aparato.
Se trata del segundo servicio en combate del príncipe, que ya permaneció diez semanas en la provincia de Helmand entre 2007 y 2008, hasta que se vio obligado a abandonar después de que la prensa se enterara de su presencia.