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Benedicto XVI invitó a dimitir a 2 ó 3 obispos al mes durante su Pontificado

El nuncio de Su Santidad en Kazajstán, Tayikistán y Kirguistán, Miguel Maury Buendía, ha destacado que el Papa Benedicto XVI ha hecho durante su Pontificado "una limpieza en el episcopado" pues ha invitado a dimitir a dos o tres obispos al mes en todo el mundo por razones de cuentas

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  • El papa Benedicto XVI. -

El nuncio de Su Santidad en Kazajstán, Tayikistán y Kirguistán, Miguel Maury Buendía, ha destacado que el Papa Benedicto XVI ha hecho durante su Pontificado "una limpieza en el episcopado" pues ha invitado a dimitir a dos o tres obispos al mes en todo el mundo por razones de cuentas, falta de disciplina o moralidad.

   "Este Papa ha dimitido dos o tres obispos al mes en todo el mundo por razones de que eran un lío las cuentas en las diócesis, la disciplina un desastre, ha hecho una limpieza en el episcopado. (...) El nuncio andaba al obispo y le decía 'el Santo padre le pide que por el bien de la Iglesia renuncie a su cargo'. Casi todos los obispos, si te lo pide el Papa, se dan cuenta del desastre y aceptan, ha habido dos o tres casos que han dicho no y entonces el Papa los ha dimitido sin más. Eso también es una indicación a los obispos, hagan lo mismo ustedes en su diócesis", ha explicado.

   Así lo ha indicado durante la conferencia 'El papel de la diplomacia vaticana en las relaciones internacionales' que ha impartido este miércoles en la Universidad CEU San Pablo.

   Maury Buendía ha asegurado que ha recibido "con sorpresa" la decisión del Papa Benedicto XVI de renunciar aunque ha señalado que es un ejemplo "para todos los políticos del mundo que se agarran a la silla todo lo que pueden" y algo que "los grandes hombres han hecho siempre".

   "Yo he visto cómo el Papa se iba desgastando y pensé cómo va a ir a Brasil, se veía pero de ahí a la decisión que él ha tomado", ha indicado, al tiempo que ha precisado que, en cualquier caso, "la vida de la Iglesia seguirá adelante". Además, ha subrayado que el motivo por el que ha renunciado el Pontífice "no solo es fuerza física, es fuerza psicofísica, para tomar las decisiones".

   En cuanto al futuro, ha indicado que el hecho de que el Papa venga de un país u otro es importante "hasta cierto punto" y ha explicado que todavía el centro está en Europa. "Lo que pasa es que la Iglesia no evoluciona a saltos sino suavemente y todavía el centro está en Europa. Si nombran a un americano, no nos interesa porque estará más preocupado por problemas de América y si nombran a un italiano, España seguirá teniendo más relevancia", ha señalado.

   Acerca del colegio cardenalicio que tendrá que elegir al nuevo Papa, ha indicado que tiene mil años y no es de derecho divino sino eclesial y aunque, a su juicio, "no hay representatividad" pues a lo mejor hay 40 cardenales italianos y ninguno ruso, hoy por hoy, parece ser "el mejor sistema para elegir Papa". Anteriormente, en los primeros siglos de la Iglesia, según ha indicado, se elegía por aclamación del pueblo.

LA DIPLOMACIA VATICANA

   Sobre la diplomacia vaticana, el nuncio ha señalado que es "la más antigua del mundo" ya que comenzó en el siglo IV cuando el emperador de Bizancio empezó a enviar embajadores, aunque ha explicado que es en el siglo XVI cuando empieza a ser como en la actualidad. Concretamente, ha apuntado que las primeras nunciaturas fueron las de Venecia y Roma.

   Además, ha precisado que, lo mismo que ocurrió con las universidades impulsadas por la Iglesia católica que después copiaron los Estados, sucedió con la diplomacia, comenzando a establecerse una red de contactos diplomáticos que han llegado hasta la actualidad.

   Maury Buendía ha indicado que la diplomacia vaticana, que cuenta con105 nuncios acreditados ante 172 países, "no va a la búsqueda de ningún privilegio" sino a "garantizar la libertad de los fieles y unas libertades jurídicas". "El régimen de privilegios quedó clausurado hace 30 ó 40 años", ha precisado, al tiempo que ha indicado que él, como nuncio de Tayikistán, donde no hay libertad religiosa, ha conseguido libertad para los 200 católicos que hay negociando con el Gobierno.

   No obstante, ha apuntado que, a veces, para asegurar la libertad de los fieles, se entra en conflicto con determinadas autoridades. Así, en el caso de la educación, ha destacado que la Iglesia lucha por que los padres puedan elegir la educación de sus hijos y se enseñe Religión y ve "divertido" ver como en Occidente se trata de "contestar la libertad religiosa cando en Rusia, donde estaba prohibida, se ha puesto como obligatoria porque se ha visto que sin valores religiosos se degenera en una sociedad de delincuentes".

   En la arena internacional, según ha precisado, la diplomacia vaticana lucha por los Derechos Humanos y también por la ecología y las energías renovables. Además, ha asegurado que la diplomacia vaticana ha evitado algunas guerras negociando por la vía pacífica y ha puesto el ejemplo del madrileño Faustino Sáez que, según ha recordado, llevó la negociación entre Argentina y Chile.

   En definitiva, ha explicado que la diplomacia del Papa no tiene "nada que ver" con la de los Estados pues en el caso de la vaticana "no hay intereses económicos ni militares, sino culturales y sobre todo intereses humanos".

El Papa podría modificar las reglas del Cónclave antes de su retirada

Benedicto XVI podría realizar cambios en las normas que regulan el Cónclave que elegirá a su sucesor antes de dejar el Pontificado el próximo 28 de febrero a las 20.00 horas, según ha confirmado este miércoles el jefe de la Sala de Prensa del Vaticano, el Padre Federico Lombardi.

   "El Papa está tomando en consideración la publicación de un 'motu proprio' en los próximos días, obviamente antes del inicio de la Sede vacante, para precisar algunos puntos particulares de la constitución apostólica sobre el Cónclave que en el curso de los últimos años han sido presentados", ha señalado Lombardi.

   Concretamente, el portavoz vaticano ha concretado que se estudia "algún detalle" para la plena armonización de algún documento sobre el Cónclave, por ejemplo, el 'Ordo Rituum Conclavis' y, en todo caso, ha precisado que "la cuestión depende del Papa" y que, si finalmente toma esta decisión, "se conocerá del modo oportuno".

   Igualmente, ha apuntado que desconoce por el momento si el Pontífice considerará necesario hacer una precisión sobre el plazo para el inicio del Cónclave y que esto se conocerá cuando se publique el documento que modifique las normas.

     El único cambio que ha hasta ahora había realizado Benedicto XVI en las normas del Cónclave es que la votación para elegir al nuevo Papa tiene que ser siempre por una mayoría de dos tercios de los cardenales electores.   

   En este sentido, el viceprefecto de la Biblioteca Apostólica Vaticana, Ambrogio Piazzoni, ha señalado que el Papa podría modificar la actual legislación del cónclave para elegir a su sucesor antes del próximo 28 de febrero a las 20.00 horas porque es el único que puede modificar las reglas del próximo cónclave. En esta línea, el experto en historia de elecciones papales ha indicado que si Benedicto XVI publica a las 19.59 horas del próximo 28 febrero algún cambio, éste sería válido.

LEGISLACIÓN ACTUAL

   Por otro lado, Piazzoni ha recordado que la legislación vigente del próximo Cónclave para elegir el sucesor de Benedicto XVI es la Constitución Apostólica 'Universi Dominici Gregis' publicada por el Papa Juan Pablo II el 22 de febrero de 1996 y trata sobre el modo en que se ha de desarrollar un cónclave y los diversos elementos a tomar en cuenta cuando la sede del Papa queda vacante. El documento vigente de 1996 reemplaza el anterior 'Romano Pontifici Eligendo' escrito por el Papa Pablo VI en el año 1975.

   La legislación vigente indica que la elección compete sólo a los cardenales electores menores de 80 años, con un número máximo de participación de 120.

   El lugar establecido fijo del desarrollo del cónclave es la Capilla Sixtina y el alojamiento de los cardenales queda fijado en la Domus Sanctae Marthae, lugares que permanecen cerrados a personas ajenas durante todo el periodo del cónclave.

   Sobre el tiempo de espera para que todos los cardenales participen en la elección es de 15 días a partir de la Sede Vacante y este período puede prolongarse por razones justas hasta un máximo de 20 días. Sobre este punto, Ambrogio Piazzoni ha remarcado que se trata del "tiempo de espera de llegada" pero no está directamente relacionado con el tiempo de inicio del Cónclave en caso de que los cardenales ya estén en Roma.

LOS CARDENALES ESTÁN OBLIGADOS A PARTICIPAR

   Por otro lado, Piazzoni ha recordado que todos los cardenales llamados a participar están obligados en virtud de santa obediencia y sólo pueden ser eximidos por el colegio de cardenales argumentando razones graves, por ejemplo, algún motivo de salud grave.

   Para que la elección del nuevo Pontífice sea válida se requieren un mínimo de dos tercios de votos del total de los electores presentes y los escrutinios se llevan a cabo ordinariamente en la Capilla Sixtina. El primer día sólo se realiza una votación y los siguientes se realizarán dos votaciones por la mañana y dos por la tarde. Tras cada votación se han de quemar las papeletas con los votos.

   Realizada la elección, se solicita la aceptación del candidato propuesto. Si acepta, se le pregunta el nombre con el que quiere ser llamado. Se toma acta y el elegido es de inmediato el obispo de Roma y cabeza del colegio de obispos. Después de 24 elecciones, 12 días, si aún no se ha elegido al nuevo Papa, los cardenales pueden cambiar el modo de votar, pero, con el cambio de Benedicto XVI, la elección siempre tendrá que contar con dos tercios de los votos. La misa que da inicio al cónclave llamada 'Pro eligendo pontifice', tiene que oficiarse por la mañana.

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