Agentes de la Policía Nacional han detenido en Puebla de Sanabria (Zamora) al narcotraficante gallego Ramón Bugallo Martínez, alias Mon, en compañía de otro conocido narco, Carmelo Lois Magdalena, tras una peligrosa persecución en coche en la que los dos delincuentes intentaron escapar de la Policía. 

Bugallo Martínez ingresó en prisión, mientras que Lois Magdalena quedó en libertad bajo fianza, acusado de resistencia a la autoridad, conducción temeraria y desobediencia, por decisión del Juzgado de Puebla de Sanabria que instruye el sumario. 

Sobre Mon, primo del capo gallego José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, pesaban desde 2005 y 2006 dos órdenes de detención e ingreso en prisión dictadas por la Audiencia Nacional y la sala de lo penal de la Audiencia de Pontevedra por varios delitos de tráfico de drogas. 

Según confirmaron a la agencia Efe fuentes de la investigación, ambos narcotraficantes fueron detectados el pasado jueves en Puebla de Sanabria, donde al parecer habían concertado alguna cita relacionada con el tráfico de estupefacientes. 

De inmediato se desplazaron hasta la localidad zamorana agentes del Grupo de Respuesta Especial al Crimen Organizado (Greco) de Galicia, que iniciaron la búsqueda de los dos sospechosos. Al mediodía, la Policía localizó un vehículo en cuyo interior iba sentado como copiloto Ramón Bugallo y como conductor el otro detenido, Carmelo Lois Magdalena. 

Tras un seguimiento discreto por parte de los agentes, los narcos comenzaron a sospechar e iniciaron un recorrido errático por las carreteras de la zona para comprobar que no eran seguidos por la Policía. 

Ya en la autovía A-52 y ante el peligro de que emprendieran la huida, los agentes se identificaron y encendieron las sirenas, momento en que los narcos iniciaron una alocada carrera. 

Durante la persecución, Ramón Bugallo lanzó por la ventanilla abundante documentación y varios teléfonos móviles, algunos de los cuales han podido ser recuperados por la Policía. 

Tras deshacerse de la documentación y los móviles, los dos narcos detuvieron el coche y huyeron a pie, aunque fueron alcanzados y detenidos, no sin antes ofrecer una fuerte resistencia.