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Desarticulan una banda acusada de al menos noventa robos en viviendas

La Policía Nacional ha desarticulado una banda especializada en robos en viviendas con la detención en Madrid y Tarragona de 42 personas a las que se acusa formalmente de noventa delitos pero que podrían haber cometido más de 500, a los que se han intervenido más de seis kilos de joyas y 200.000 eur

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La Policía Nacional ha desarticulado una banda especializada en robos en viviendas con la detención en Madrid y Tarragona de 42 personas a las que se acusa formalmente de noventa delitos pero que podrían haber cometido más de 500, a los que se han intervenido más de seis kilos de joyas y 200.000 euros en efectivo.

El jefe de la Sección IV de la Brigada Provincial de Policía Judicial (BPPJ) de Madrid, Dionisio Martín, y el jefe del Grupo XII de la BPPJ, Juan Checa, informaron ayer sobre esta operación, denominada Yugoslavia. Los arrestado son originarios de Croacia, Serbia y Montenegro.


La operación se ha saldado por el momento, ya que continúa abierta, con la detención de 24 hombres y 18 mujeres, la mayoría (31) en la Comunidad de Madrid y 11 en Reus (Tarragona).

Estas personas convivían con más de 30 menores que fueron trasladados al Grupo de Menores y Mujer y que pasarán a disposición de los servicios sociales de las comunidades autónomas.

El clan era dirigido por un jefe que vivía en Reus y por varios mandos intermedios que vivían en Madrid, quienes organizaban robos en viviendas que no contasen con muchas medidas de seguridad, para poder acceder a ellas mediante el método del resbalón, consistente en abrir la puerta forzándola con un plástico o una radiografía.

Los robos eran perpetrados casi siempre por mujeres que eran trasladadas en coches al lugar del robo por otros miembros de la banda, quienes vigilaban para que no fuesen descubiertas y luego las recogían para volver a llevarlas a los domicilios o autocaravanas del clan.

Los robos solían cometerse durante las horas en las que las viviendas estaban vacías porque sus dueños estaban trabajando o habían salido a llevar los niños al colegio o a comprar, normalmente entre las ocho de la mañana y las cinco de la tarde.

La banda blanqueaba los beneficios obtenidos en los numerosos robos mediante la compra de inmuebles, transferencias internacionales o a través de testaferros.

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