Este sábado se cumplen cuatro meses desde que el presidente brasileño, Michel Temer, decretó dejar en manos de las Fuerzas Armadas el control del orden público
Los tiroteos aumentaron un 36 % en Río de Janeiro durante los cuatro primeros meses de intervención militar en el área de seguridad de ese estado brasileño, que afronta una grave crisis de violencia, según un balance divulgado hoy por un grupo de especialistas independientes.
"Megaoperaciones policiales y militares se suceden, cada vez mayores, con resultados poco expresivos. Nunca se vieron tantos agentes movilizados, a costos tan altos, para obtener tan poco", resume el estudio elaborado por el denominado Observatorio de la Intervención.
Este sábado se cumplen exactamente cuatro meses desde que el presidente brasileño, Michel Temer, decretó dejar en manos de las Fuerzas Armadas el control del orden público de Río a fin de frenar la ola de violencia que se desató tras la celebración de los Juegos Olímpicos de 2016.
De acuerdo con el informe, entre el 16 de febrero y hoy se registraron 3.210 tiroteos en la región frente a los 2.355 notificados en los cuatro meses inmediatamente anteriores, es decir, anteriores a la intervención militar, lo que deja un incremento del 36 %.
En ese mismo periodo, hubo 1.794 homicidios dolosos, un 13 % menos comparado con los cuatros meses pre-intervención; 444 muertes ocasionadas por las autoridades (un 34 % más); y 60.709 robos (un 5 % más).
El reporte indica que durante este primer cuatrimestre con el Ejército al mando de la seguridad de Río, pues su presencia está prevista hasta el 31 de diciembre de este año, se lanzaron 203 operaciones para las que se usaron unos 100.000 agentes.
"Para desarticular las redes criminales es necesario la investigación basada en inteligencia. Y para mejorar la Seguridad Pública precisamos medidas estructurales, de integración de las fuerzas y de combate a la corrupción", recomienda el grupo de expertos.
EL informe recuerda que "la mayor operación realizada hasta ahora" coordinada por el Ejército fue el pasado 7 de junio y movilizó a más de 5.000 miembros de los cuerpos de seguridad, entre soldados y policías.
Los episodios de violencia se han repetido a pesar de la presencia de las Fuerzas Armadas, como el del asesinato a tiros en marzo pasado de la concejala Marielle Franco, cuya investigación está en curso sin que por el momento se haya detenido a ningún sospechoso.
El ministro de Seguridad Pública de Brasil, Raul Jungmann, defendió este viernes que la intervención militar sea prorrogada por un año más, es decir, hasta finales de 2019 para así obtener mejores resultados.
Solo el año pasado la violencia en todo el estado de Río, cuya población se concentra mayoritariamente en la zona metropolitana de su capital homónima, causó 6.731 muertes, entre ellas más de 100 policías y diez niños alcanzados por balas perdidas.