Brasil es el segundo país del mundo con más muertes por covid-19 después de Estados Unidos (600.000)
Brasil, el país latinoamericano más afectado por el coronavirus, reportó 739 nuevas muertes asociadas a la covid-19, con lo que el balance de fallecidos desde el inicio de la pandemia se elevó hasta las 513.474, según informó este domingo el Ministerio de Salud.
Según el último boletín oficial, el país notificó además 33.704 nuevos casos en el último día y acumula ya 18.420.598 infectados dieciséis meses después de la irrupción del SARS-CoV-2, cuya diseminación sigue fuera de control en suelo brasileño.
Brasil es el segundo país del mundo con más muertes por covid-19 después de Estados Unidos (600.000), y el tercero con más infectados, por detrás de los norteamericanos (33,2 millones) e India (30,1 millones), de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los datos epidemiológicos en el gigante latinoamericano suelen ser inferiores los fines de semana debido a la menor actividad de los órganos públicos.
Los estados brasileños con más muertes relacionadas con la covid-19 son: Sao Paulo (126.050), Río de Janeiro (55.181) y Minas Gerais (45.888), todos ellos situados en la región sudeste del país y además los más poblados del país.
El Ministerio de Salud también informó que la incidencia acumulada se sitúa ahora en los 8.766 positivos por cada 100.000 habitantes, mientras que la de óbitos llega a los 244 en la misma proporción
Desde el pasado mes de mayo, el país experimenta una tendencia creciente de contagios que algunos expertos sanitarios han encuadrado dentro de una tercera ola pandémica.
La presión hospitalaria se ha reducido levemente en el país, pero sigue altísima en buena parte del país.
Según la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), centro de investigación médica de referencia en Latinoamérica, actualmente 15 de los 27 estados brasileños tienen una ocupación de sus unidades de cuidados intensivos superior al 80 %, un nivel considerado crítico.
Detrás de ese repunte hay varios factores apuntados por los expertos epidemiológicos, como la relación de las restricciones por parte de los autoridades, el cansancio social y la circulación de variantes más contagiosas, todo ello en medio de una lenta campaña de vacunación.
La pandemia también ha estado marcada por el negacionismo del Gobierno de Jair Bolsonaro, quien minimiza la gravedad del virus, censura el uso de mascarilla, fomenta aglomeraciones y promueve tratamientos no comprobados científicamente contra la covid-19, como la cloroquina.