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“La Junta destina fondos a conciertos privados en vez de contratar en la sanidad pública”

El portavoz de Marea Blanca Gaditana reclama reforzar las plantillas que “están al borde de la resistencia física” por la pandemia

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  • El portavoz de Marea Blanca Gaditana, Antonio Vergara, antes de iniciar la manifestación en Cádiz el sábado pasado. -

Antonio Vergara, coordinador de la plataforma en defensa de la sanidad pública y portavoz de Marea Blanca Gaditana, lamenta que la Junta aproveche la pandemia para reforzar los conciertos privados en lugar de reforzar la sanidad pública. Este sábado, el movimiento volvió a salir a la calle, en Cádiz, para reclamar inversión y alertar sobre la estrategia de la Administración, que ha dedicado únicamente el sistema público a la lucha contra el virus, mientras ha derivado a los hospitales de Pascual operaciones y, de esta manera, fondos. 

La Junta saca pecho y asegura que desde abril pasado ha invertido 153 millones de euros en infraestructuras sanitarias y destina para este año un presupuesto histórico.

–La información que difunde la Junta está llena de medias verdades. Efectivamente ha habido una inversión importante, pero ¿a qué se ha destinado? ¿A contratar personal? No, se ha destinado a concertar con entidades privadas. En los presupuestos de 2021 también hay cientos de millones a los conciertos y ningún capítulo para el refuerzo de las plantillas de la sanidad pública.


El SAS tiene dificultad para encontrar médicos y enfermeros.

–Hay capacidad sufiente para contratar y presupuesto. El Gobierno central ha derivado a Andalucía mil millones de euros para hacer frente a la pandemia. Hemos insistido para saber en qué se ha invertido ese dinero, pero no hay respuesta. Lo que sabemos es que no se ha destinado a la contratación de rastreadores o médicos y enfermeros de atención primaria.

Pero se han reforzado plantillas, ¿no?

–Han sido contratos miserables, de semanas en ocasiones, que no han servido para reducir listas de espera quirúrgicas o para pruebas diagnósticas, sino para atender a la pandemia.   

El déficit viene de antiguo. ¿Cuántos profesionales son necesarios?

–No es responsabilidad de este Gobierno. Desde el año 2007 se están reduciendo plantillas. Se ha perdido el 30%, alrededor de 8.000 profesionales. Pero no se está reinvirtiendo para la recontratación de médicos y enfermeros. Así la atención primaria está al borde de la resistencia física, con cientos de profesionales de baja porque están agotados. La pandemia está recayendo en la sanidad pública fundamentalmente. ¿Por qué no repartimos la carga de la pandemia con la sanidad privada? Eso no interesa. La privada se encarga de los asuntos menos complejos.

¿Es peor la calidad asistencial en los hospitales de Pascual?

–No ponemos en duda la calidad asistencial de la empresa Pasucal. Sería muy atrevido. El problema es que la orden de la Consejería de Salud y Familias en la Sierra, El Puerto y en Sanlúcar es que cuando un médico de atención primaria quiere derivar a un especialista a un usuario debe hacerlo directamente a unos de los centros de Pascual en lugar de derivarlo a un hospital público. No entendemos que sea la primera opción. Es una nueva demostración de la apuesta por la privatización. No hay que olvidar que todo el dinero que reciben las entidades privadas se detraen de la inversión y la reposición de los profesionales en la sanidad pública. 

El SAS dice que no se obliga a priorizar los hospitales de Pascual, que solo es una opción para agilizar.

–No, no, no. En primer lugar, no se agiliza nada. Y en segundo lugar, se está obligando a un médico de familia a que un usuario de la Sierra se derive al hospital de Villamartín de Pascual y no al de Jerez. Es absolutamente aberrante. Nosotros no entramos en cómo se organiza la empresa Pascual ni ninguna otra entidad privada. Nos preocupa que los gestores primen a la sanidad privada en lugar de poner a tope la sanidad pública. ¿Y cómo se pone a tope? Contratando a los miles de profesionales que se han perdido durante estos años. Los trabajadores no pueden tener los horarios que tienen. ¿Por qué no hay turnos operando por la tarde? ¿Por qué no hay turnos si hiciera falta por la noche con profesionales contratados? Así es como se disminuirían las listas de espera.

Pero las listas de espera se han reducido.

–Como te decía, los anuncios de la Consejería de Salud son para hacer una tesis sobre comunicación engañosa. Lo que dice la Consejería es que se han operado una serie de pacientes, bastantes por cierto, pero no dónde se han operado. ¿Lo dice ese anuncio? Se han operado en la privada. A eso se destina el presupuesto sanitario, a derivar a la privada para que se opere, pero no se soluciona el problema de dentro. Es un sistema complejo, no puede funcionar una parte y la otra sí. El sistema público está colapsado y se deriva a la privada, pero no disminuyes la lista de espera porque el chorro sigue cayendo.

¿Se deriva menos al especialista en la sanidad pública? ¿Se programan menos operaciones?

–Efectivamente. El sistema público se ha volcado con la pandemia y se ha marginado todo el inmenso caudal de otras enfermedades, se han suspendido consultas e intervenciones programadas. Solo se ha operado de urgencia y patologías oncológicas. Además, la gente ha tenido miedo y ha acudido menos al médico. Todo esto va a traer graves consecuencias. ¿Cuántos pacientes no han sido diagnosticados? ¿Cuántos usuarios han fallecido sin diagnóstico? El sistema sanitario público no se puede dedicar solo a la pandemia. ¿Cómo se arregla? Contratando personal. Pero, ¿dónde?, ¿en la privada? No, en la pública. Esta es la historia. El deterioro es evidente.    

¿Estáis encontrando aliados en los sindicatos?

–Sí, pero alianzas emocionales, es decir, apoyos verbales, pero no vemos que haya una respuesta política con la intensidad que nosotros estamos diagnosticando el debate. Estamos hablando de salud de la población, que nos parece un tema extraordinariamente importante. No lo vemos en el debate político, ni siquiera en los medios o en las tertulias. No se habla de que es posible que la salud de la población no esté asegurada y nos parece un tema relevante.

¿Pero por qué no hay un apoyo más intenso?

–Por un lado están los sindicatos corporativos, preocupados por el beneficio del gremio. No les preocupa el funcionamiento del sistema. Luego están los sindicatos de clase, que tienen un millón de problemas. El tema sanitario no está dentro de la agenda como prioridad. Hay apoyo, pero están concentrados, y lo entiendo, en temas como el cierre de fábricas o el aumento escandaloso de parados. Este tema les coge un poco lejos.

¿Va para largo la pandemia?

–La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública hemos hecho público un documento esta semana en el que advertimos que la pandemia se está gestioanndo con medidas periódicas de confinamiento y apertura, pasando de cifras escandalosas a cifras menores, pero nunca se acaba con el virus. En otros países, como China, Australia o Singapur, se ha optado por el confinamiento absoluto para controlar contagios en el menor tiempo posible, contratando a miles de rastreadores para hacer la trazabilidad de cada caso. En España y en Europa lo que se está haciendo es cronificar la pandemia, que va a durar dos o tres años, hasta que la mayoría de la población esté vacunada e inmunizada.

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