Por primera vez en la historia, una cinta hablada en catalán se ha alzado como gran ganadora en la gala de los Goya, puesto que "Pa negre", de Austí Villaronga, logró con nueve premios una victoria sin polémica dentro de una noche muy agitada con la irrupción de Jimmy Jump y el discurso de Álex de la Iglesia.
Con su complejo discurso moral y su vuelta de tuerca a la Guerra Civil española, Agustí Villaronga, antiguamente señalado como director maldito, se hizo dueño y señor de los Goya, que convirtieron esta edición a Javier Bardem en el actor más premiado de sus 25 años de vida.
Mejor película, mejor director, mejor actriz (Nora Navas, que repite victoria tras la Concha de Plata de San Sebastián), mejor actriz secundaria (Laia Marull), mejor guión adaptado, mejor actor y actriz revelación (Francesc Colomer y una emocionada Marina Comas), mejor dirección artística y mejor dirección de fotografía confeccionaron este "reparto de panes" para el filme.
El realizador mallorquín, autor de cintas como "Tras el cristal", salía así victorioso de una edición estigmatizada por la polémica tras la dimisión del presidente de la Academia, Álex de la Iglesia, por su desacuerdo por la ley antidescargas impulsada por Ángeles González-Sinde.
Ambos, no sin tensión, vieron codo con codo una gala en la que De la Iglesia vio pasar de largo los premios, como le sucedió con "El día de la bestia" y "La comunidad".
De quince candidaturas, sólo dos cristalizaron: los de mejor maquillaje y peluquería, para crear ese circo barroco y macabro que protagoniza su "Balada triste de trompeta", y mejores efectos especiales.
De la Iglesia, en cambio, tuvo su momento de protagonismo al pronunciar su último discurso como presidente, que fue una defensa a ultranza de internet como nuevo soporte para disfrutar cine.
La vicepresidenta de la Academia, Icíar Bollaín, pieza colateral de la polémica, fue una firme competidora de "Pa negre", pero "También la lluvia", el retrato a tres bandas de la explotación colonial pasada y presente, se descolgó en el tramo final y se plantó en el tercer premio.
Se había llevado primer premio de la noche, mejor actor secundario para un Karra Elejalde con incontinencia verbal, aportó un Goya más -y ya van nueve- para el compositor Alberto Iglesias, y cerró el trío con el premio a la mejor dirección de producción.
También tres premios se llevó "Buried", de Rodrigo Cortés: mejor guión original, sonido y montaje, armas fundamentales para crear esa sensación de superproducción sin salir de una ataúd y contando con un solo actor: Ryan Reynolds.
La estrella canadiense no ganó el premio a la mejor interpretación protagonista, que fue para Javier Bardem, que suma ya cinco y se convierte en el intérprete más galardonado en la historia de estos tiempos. Como en Cannes, volvió a dedicar el galardón a su mujer, Penélope Cruz, pero esta vez también tuvo palabras para su hijo recién nacido.
Tan celebrado momento fue empañado por la aparición del espontáneo profesional Jimmy Jump que, tras reventar el pasado festival de Eurovisión, se coló también en los Goya.
Andreu Buenafuente, que había brillado como maestro de ceremonias en una introducción perfectamente engranada y muy cáustica, mostró entonces su habilidad para salirse del guión: "Como catalán me avergüenzo del tipo imbécil este que acaba de salir", dijo.
La omnipresencia catalana se completó con uno de los momentos más emotivos de la noche: la subida al escenario de Pasqual Maragall para recoger el premio para "Bicicleta, cuchara, manzana", documental sobre su enfermedad, el mal de Alzheimer.
Otros premiados de renombre en esta, pese a todo, algo aburrida noche de bodas de plata fueron Jorge Drexler -que sumó a su Óscar el Goya a la mejor canción por el tema de "Lope"- y Fernando Trueba, que se llevaba el premio a la mejor cinta de animación por "Chico y Rita", realizada con la ayuda de Javier Mariscal.
Finalmente, y tras el emotivo homenaje al Goya de Honor, Mario Camus, el premio mejor película hispanoamericana fue para "La vida de los peces", del chileno Matías Bize, y el de mejor película europea fue para "El discurso del rey", que se llevaba este misma domingo en Londres siete premios BAFTA de la academia británica.