Tras la expulsión de uno de los cuatro nominados -Marcelo, Laura, Dámaso o Lydia-, la dirección del concurso solicitará a los cinco participantes restantes que inicien la localización del famoso artefacto en un tiempo determinado, de manera que quien lo encuentre inscribirá automáticamente su nombre entre los participantes de la gran final de la duodécima edición.
Si ninguno logra este objetivo, Yago, que obviamente tendrá que simular entre sus compañeros su empeño en la búsqueda, se convertiría en el primer finalista de 'Gran Hermano'.
Además, el concursante más votado por la audiencia para abandonar la casa será trasladado al plató de Telecinco, donde se reencontrará con sus familiares y amigos, abordará su paso por el concurso y analizará las imágenes más destacadas de la convivencia en una amplia entrevista con Mercedes Milá.
Tras la salida del concursante expulsado, la dirección del reality convocará a los habitantes de la casa a una nueva ronda de nominaciones en la que, en esta ocasión, tendrán que pronunciar los nombres de sus compañeros favoritos. Al final de gala, Mercedes Milá conectará con la casa para comunicarles quiénes son los próximos candidatos a la expulsión.