La película ganadora fue recibida con entusiasmo y rechazo a partes iguales.
El Jurado de la 64ª edición del Festival de Cannes, compuesto por las actrices Uma Thurman y Martina Gusman, la escritora Lynn Ullmann, la productora Nansun Shi, el actor Jude Law, los directores Olivier Assayas y Mahamat-Saleh Haroun y presidido por Robert de Niro, otorgó el pasado domingo la Palma de Oro a The tree of life de Terrence Malick.
La noticia del Palmarés coincidió con el escrutinio de las elecciones municipales y autonómicas y quedó relegada a un segundo nivel informativo. Pero al igual que en política, es habitual en los medios de comunicación criticar las decisiones de los jurados, aunque la cualificación artística y técnica de todos y cada uno de sus miembros esté fuera de duda.
Ya se adelantó, en el momento de su proyección, que la película ganadora fue recibida con entusiasmo y rechazo a partes iguales. Aquellos a quienes no convenció, se apresurarán a atacar, quizá injustamente, al jurado, que tras visionar los films, establecer el correspondiente debate y deliberación, ha llegado a unas conclusiones que los críticos acreditados calificarán de buenas o malas, a menudo en función de sus gustos.
Pero, como en política, no queda más remedio que respetar las reglas del juego y aceptar las decisiones de los electores/jurados, independientemente de las preferencias personales.
El público tendrá la ocasión de disfrutar o rechazar The tree of life, cuando dentro de unas semanas se estrene en nuestras pantallas.
Respecto al resto del palmarés hubo pocas sorpresas. Los habituales galardonados en Cannes, Jean-Pierre y Luc Dardenne por La gamin un vélo y Nuri Bilge Ceylan por Bir zamanlar anadolu’da, ganaron ex-aequo el Gran Premio del Jurado; el danés Nicolas Winding Refn obtuvo el Premio a la mejor dirección por Drive; Kirnsten Dunst por Melancholia de Lars Von Trier fue designada mejor actriz; y Jean Dujardin fue considerado el mejor actor por The artist de Michel Hazanavicius.
En resumen se puede decir que esta 64ª edición del Festival nos ha dejado un importante número de películas interesantes que darán que hablar en los próximos meses y la sensación de que Cannes continúa siendo en todos sus aspectos, que van desde el glamour hasta el puro negocio, el más importante foco de atracción de la
industria cinematográfica mundial.