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“Nuestra institución siempre se ha renovado adelantándose a los tiempos”

El director general de la Real Maestranza de Caballería habla del desafío que supone perpetuar una institución con 450 años de historia

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  • Ignacio Herrera de La Muela, en la biblioteca de la RMR.

La Real Maestranza de Caballería de Ronda celebra 450 años de historia “pensando en los próximos cuatro siglos”, asegura su director general desde hace más de dos décadas, Ignacio Herrera de La Muela, quien plantea como un desafío “perpetuar la existencia de la institución defendiendo los principios sobre los cuales fue constituida, el principio de interés general como objetivo fundamental” del que emanan otros valores.

Convertida en un referente, la entidad se define como una institución cultural dedicada a la conservación de su patrimonio, a la promoción de la cultura y la educación, y a la enseñanza de la equitación.

El día de la presentación del 450 aniversario, el teniente de Hermano Mayor, Rafael Atienza, dijo que suponía un hito, no solo por la importancia del evento, sino por tener una función en el siglo XXI, ¿cómo consigue la RMR ser una institución del siglo XXI?

–Lo que el teniente estaba apuntando es que la Maestranza, además de haber profesionalizado su actividad, que es una forma de hacer el tránsito de una asociación que estaba muy bien definida y con los cargos muy bien atribuidos entre sus miembros, en un momento determinado se da cuenta de que hay una demanda de actividad en la gestión turístico-museística, de conservación del patrimonio y cultural que requiere un tipo de visión estratégica y un desarrollo más continuado y más demandante de recursos, y hay que poner en marcha un dispositivo que no puede ser más que profesional. En el momento que hay una visión de futuro nos preguntamos por los soportes, cómo hacemos llegar a los distintos destinatarios, desde el turista de a pie al doctorando universitario, pasando por el escritor o por el aficionado genealogista, que todo se sirva de manera eficiente en tiempo y forma. El teniente apuntaba a que estamos en el siglo XXI porque todo lo que somos está en el siglo XXI, es accesible digitalmente. No hay una barrera física ni de otro tipo que esté justificada hoy día. Creo que está muy claro que estamos en el siglo XXI.

Usted habló de la apuesta por transmitir qué es la RMR de una forma integrada y actual, sin olvidar la esencia, ¿cómo se está desarrollando esa transformación digital?

–Estamos empleando tiempo, recursos y, sobre todo, mucha cabeza para invertir en nuevas tecnologías que se adapten a las necesidades que vamos vislumbrando, quiero decir, que nos anticipamos a unas necesidades que a lo mejor no tenemos pero sabemos que las vamos a tener. La transición la hacemos siempre con ese espíritu, adelantarnos. Somos lo que somos, una entidad de descendientes que ha perpetuado su existencia manteniendo unos principios, unas estructuras y una visión que se ha ido renovando adelantándonos a los tiempos. Ese es el espíritu que han heredado y que quieren transmitir a un cuerpo profesional.

¿Cómo se define ahora la Real Maestranza de Ronda? ¿Cuál es su razón de ser?

–Una institución cultural, es una institución que, si bien su origen fue militar y fue redefinida como un cuerpo de nobleza, hoy es una institución cultural.

La historia de la RMR está estrechamente ligada a la historia de Ronda.

–Las maestranzas tenían siempre una finalidad de interés general, fueron creadas en nombre de la Corona, del Rey, para apoyar actividades asistenciales, educativas y, primordialmente, la formación ecuestre. En su origen tiene un componente militar, pero en realidad esta institución se creó para defender el interés general, y mantiene esa vocación por lo público hasta hoy. El objeto va variando, pero el principio es el mismo. Ahora es lo cultural porque el hito más visible de la casa es la Plaza de Toros, un monumento y un icono universalmente conocido. Pero la Maestranza tiene dos siglos más, y somos muy conscientes de que esos dos siglos son la parte de la historia original de la institución.

¿Qué supone para la institución la celebración del 450 aniversario?

–El 450 aniversario es una pequeña constelación de actividades que tienen relación entre sí, pero que son de disciplinas muy distintas. Tan pronto tenemos una unidad pedagógica dirigida a los escolares de una edad entre 6 y 11 años, organizada con todos los colegios de Ronda, como una Semana de la Música para recuperar los repertorios más importantes de la casa, o la inauguración del Museo Taurino, que tiene una vocación de historiador. Queremos que la gente esté interesada en la tauromaquia, no por su adscripción a los toros o no, sino que el visitante entienda por qué hay una Maestranza en Ronda, por qué es la titular de la Plaza de Toros, por qué Ronda es como es hoy día, y por qué la tauromaquia es tan importante en Ronda. Todo está relacionado directa o indirectamente en esta constelación de actos, más las publicaciones que hacemos y los seminarios. La nobleza es muy importante, es la disciplina fundamental, junto a la genealogía, que es materia de estudio porque son modelos dentro de la sociedad, que han perdurado y que tienen unas características, una historia y una relevancia suficientes como para ser objeto de estudio científico. La genealogía es una ciencia auxiliar, y dado que la Maestranza tiene un archivo genealógico importante, promocionamos también el estudio y la investigación de la genealogía. Hay apellidos que no son titulados, que no son necesariamente nobles, son apellidos que son de un linaje o tienen linajes que entroncan con otras casas nobiliarias o con otros linajes que de alguna manera nos ayudan a investigar la historia de nuestros antepasados. Todos descendemos de una línea, y si tienes la pista para seguirla, la Maestranza es un lugar estupendo para estudiarlo e investigarlo. Tenemos varias decenas de miles de apellidos identificados en todos los fondos y archivos de España.

El primer gran evento es la inauguración del Museo de la Tauromaquia, ¿qué novedades va a encontrar el visitante? 

–La inauguración consta de un coloquio que dirige Fátima Halcón, presidenta de la Fundación de Estudios Taurinos de Sevilla, y participarán el arquitecto José Morente, Carlos Abella, que fue director gerente de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, Diego Carrasco, comisario del museo, y Juan Pablo Rodríguez Frade, el arquitecto que ha reorganizado el espacio. Hay un hilo conductor que mantenemos, pero en el relato tenemos nuevos elementos. Vamos a exponer el bajorrelieve del héroe macedonio Hippalkmos, una réplica en mármol realizada en colaboración con el Museo Arqueológico de Tesalónica, la colección de óleo de Eugenio Lucas, a partir de la Calcografía de Goya, de su colección de tauromaquia, nuevas piezas contemporáneas, un homenaje a la evolución de la vestimenta, y reorganizamos la colección de carteles taurinos, que tiene firmas de autores contemporáneos de primer nivel. Básicamente, introducimos dos temas, la controversia taurina como un elemento importante en la historia, y la mujer en la tauromaquia. De alguna forma, con esta renovación hacemos justicia a todos los aspectos de la tauromaquia.

En los últimos años, la RMR consolida su presencia en diferentes ámbitos y recibe el reconocimiento de Hispania Nostra.

–Conseguimos el Premio Extraordinario a la Gestión del Patrimonio, porque consideraban que la Maestranza de Ronda superaba todas las categorías. Presentamos todo el proyecto de la RMR, que cuando se empieza a profesionalizar la gestión hay una línea muy clara en torno a la restauración de la plaza, la recuperación del fondo documental, artístico y patrimonial en torno a la Maestranza. Durante varios años hemos recuperado, bien por cesiones, donaciones o adquisiciones, elementos artísticos, documentales y bibliográficos necesarios para recuperar toda la parte de la historia que a lo largo de los siglos se había perdido o debía estar

Otro de los proyectos que destacan en la celebración del aniversario es DocumentaRonda, ¿es una manera de fomentar la participación de la sociedad rondeña en la institución?

–Tiene una primera parte de laboratorio participativo en redes sociales. Es un proyecto del centro de documentación, del archivo y de la biblioteca, que lo que pretende es dar a conocer lo archivos y fondos fotográficos que tenemos, y que la gente dé a conocer sus fondos, creando todos un intercambio y que, en un gran evento final, organicemos una presentación para poder ver las proyecciones.

¿Qué otro evento resaltaría?

–Tenemos la Ceremonia de Becas y Premios Universitarios y el concurso Eustory. Para la Maestranza es muy importante porque congregamos a las familias de los finalistas, vienen de toda Ronda y la Serranía, pero también de toda España, Portugal y a veces de Iberoamérica para el concurso. Ese día es muy importante y este año queremos hacerlo grande, siempre es grande, pero tenemos el anhelo de hacer algo más.

De los más de 40.000 volúmenes que atesora la Biblioteca, ¿cuáles destacaría?

–La biblioteca tiene cinco colecciones fundamentales, ‘Tauromaquia’, ‘Equitación, Arte Ecuestre y Caballería’, ‘Literatura de Viajeros por Ronda’, ‘Genealogía y Heráldica’, y ‘Nobleza y Élites de Poder’. Y por supuesto, Historia de Ronda. Tiene unos tratados de caballería del siglo XVI muy interesantes, porque nos hacen ver cómo la tecnología en aquel momento era el adiestramiento ecuestre. Hay muchos libros de nobleza de Andalucía, catálogos nobiliarios con la heráldica, con escudos maravillosos pintados a mano y árboles genealógicos muy detallados. Están los libros de caballería, y todos los grandes mapas de formación ecuestre. Tenemos uno de los seis ejemplares de la primera edición de la enciclopedia de Diderot y D’Alambert. Tenemos las primeras ediciones de casi todos los viajeros que han pasado por Ronda, que hacen descripciones muy llamativas, lo que se encuentran en Ronda cuando vienen, las sensaciones que tienen. Rilke no fue un precursor, hubo muchos antes que él, pero es verdad que Rilke hace una descripción muy absorbente, como gran poeta, su descripción te abstrae.

¿Tiene un rincón especial?

–Me gusta subir al palco real, y, con todo lo sofisticado que es la doble arquería y los muros circuncéntricos, me gusta ver la techumbre, la estructura de madera antigua, que es una belleza. Siempre me que quedo ensimismado, es casi musical. Una de las cosas que me gusta hacer es ver las clases de equitación por la noche. Un caballo es una maravilla. Tienen tanta nobleza, son unos animales tan hermosos y tan nobles que inspiran serenidad.  

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