En su escrito, al que ha tenido acceso RONDA SEMANAL, el técnico afirma que la convocatoria es «un despropósito», tras asegurar que «se da un plazo de un mes para presentar las propuestas, lo que va en contra de conseguir un resultado de calidad acorde con lo esperado» y añadir que «más bien parece que se trata de dar imagen de objetividad a la adjudicación de un proyecto ya realizado». Añade que «aunque las bases se fechan el 23 de diciembre, hace más de un mes ya había rumores entre los compañeros de que algo se iba a convocar, es decir, alguien conocía el tema con anterioridad y ha tenido mucho tiempo y colaboración para conformar una propuesta bien elaborada».
Santos Buendía se pregunta además por «la curiosa mezcla de estación de autobuses y biblioteca ya que son actividades sin relación y casi incompatibles por el ajetreo que se produce en la primera y el sosiego que exige la segunda», y pone en duda un concurso «sonde no se dice nada sobre la superficie que debe ocupar cada una» o donde hay contradicciones en la superficie real del solar. Se cuestiona cómo es posible que el concurso no señale las necesidades a cubrir: «la biblioteca¿qué capacidad de almacenamiento está prevista?, ¿cuántas salas de lectura se solicitan y con qué dimensiones? La estación ¿será un simple apeadero o contará con otros elementos?, ¿qué capacidad de autobuses se estima?».
Y termina el escrito ironizando: «Se dice que la propuesta deberá integrarse en el entorno y atender a la calidad arquitectónica pero curiosamente el entorno está conformado arquitectónicamente por las tapias del ferrocarril y unos barracones militares ocupados por almacenes y la escuela taller».
Si llamativa fue esta contestación del conocido arquitecto, más aún lo fue (por rápida y poco usual en la relación entre un regidor y un vecino) la contestación de la alcaldesa, a través de un comunicado remitido por el Gabinete de Prensa de la Alcaldía a los medios que conocían de esta carta. En el comunicado Fernández defiende «la transparencia» de la convocatoria. Responde a las dudas en torno a la falta de concreción del concurso alegando que «para el diseño de la estación y la biblioteca, las referencias a tomar son los datos del municipio de Ronda en cuanto al número de habitantes». La alcaldesa, al final, se pone a disposición del arquitecto para «ofrecerle cualquier tipo de aclaración».