"La familia está muy mal. A lo que ya supone un entierro, hay que unir el drama de asitir a una escena que, me dicen, no van a poder olvidar en sus vidas. El ataúd acabó hecho pedazos y, sin dar muchos más detalles, cualquiera podría imaginarse la escena". Francisco Montero, el abogado de la familia que sufrió un accidente durante un entierro en el cementerio municipal de San Lorenzo ha hablado para RONDA SEMANAL, y ha defendido la existencia de "una clara responsbilidad", que deberá esclarecerse y determinarse, tras que una de las escaleras que se utilizan habitualmente para acceder a los nichos de las zonas más altas de enterramiento cediera este martes cuando se realizaba una maniobra de sepultura. "Es tercermundista que existan instalaciones así. El estado de la escalera era pésimo, estaba oxidada. No tenemos ninguna duda de que lo ocurrido se debe al mal estado de esa escalera", apuntó Montero. La Policía Científica, que ayer ayer tarde trabajó en el cementerio, esta mañana ha vuelto al lugar de los hechos, acordonado hasta hoy: "No tenemos el informe, pero la policía ya nos dijo ayer mismo que la causa no es otra que la que comentamos".
El abogado de la familia y de hasta cinco de los seis heridos prepara una reclamación que será "millonaria", según desveló. Aunque no facilitó ningún dato concreto, aventuró una posible cifra de 300.000 euros, puesto que "el daño es importantísimo. Reclamaremos una indemnización no sólo por el daño físico, sino por el daño moral. Aún es difícil estmar el alcance de todas estas lesiones, pero ya podemos adelantar que no serán escasas en la cuantía que se reclame porque unos hechos como los ocurridos merecen esa petición".
El abogado ha anunciado su intención de alcanzar un acuerdo con el Ayuntamiento y su aseguradora antes de interponer ninguna demanda: "Si el acuerdo amistoso no es posible, estamos en nuestro derecho de interponer las acciones legales que consideremos oportunas".
Montero subrayó al final "la buena predisposición y preocupación del Ayuntamiento tras lo ocurrido", destacando la pronta presencia en el lugar de los hechos de la concejal responsable del cementerio, María del Carmen Martínez, así como "la magnífica intervención de los servicios sanitarios y la policía", concluyó.
DIFÍCIL DE OLVIDAR
Difícilmente podrán olvidar lo sucedido este martes 13 de mayo el medio centenar de personas, en su mayoría familiares y amigos de una mujer de 73 años fallecida el día antes en la ciudad, durante su entierro. Pasadas las 5 de la tarde, cuando un grupo de seis personas subía por una de las conocidas escaleras dispuestas en el cementerio para acceder a los nichos de las zonas más altas, esa escalera cedió. No fue de repente, sino que los presentes asistieron aterrorizados a la escena que se anunciaba irremediable: el ataúd se desplomó rompiéndose en varios pedazos y las seis personas que había en la escalera, cuatro de ellas familiares de la fallecida, caían al suelo resultanto heridas de diversa consideración, uno de ellos con la muñeca rota.
Una nieta de la fallecida sufrió un desvanecimiento que le hizo perder la consciencia, relataron algunos presentes; su padre, yerno de la difunta, sufrió también un ataque de ansiedad. Hasta el lugar de los hechos tuvieron que desplazarse dos ambulancias, e incluso se envió también un helicóptero que finalmente se marchó sin tener que atender a ninguno de los heridos.
Los responsables de la funeraria que habían preparado el sepelio, tuvieron que reponer un nuevo ataúd y preparar a la difunta en el mismo camposanto tras los hechos.
Los heridos, dos empleados y cuatro familiares, un hijo y tres sobrinos de la difunta, sufrieron magulladuras y traumatismos diversos. Dos de ellos fueron trasladados en ambulancia al Hospital, abandonando las urgencias a lo largo de la noche de ayer.
"Cuando una portería está en mal estado no se cambia hasta que no ocurre una tragedia. No deberían ocurrir estas cosas nunca", dijo un conocido de la familia.