Record de participación en el el V Concurso de Aguardiente

Publicado: 03/01/2018
Por otro lado, Diego Ruiz, miembro del jurado experto que se encargó de valorar los aguardientes presentados.
El pasado sábado 30 de diciembre el municipio de Jubrique celebró la V edición de su

Concurso de Aguardiente, evento que contó con gran afluencia de vecinos y visitantes que no

quisieron perderse el tradicional proceso de elaboración de este licor típico del pueblo. Además,

en esta ocasión participaron en el concurso diez destiladores tanto de la localidad como de

municipios vecinos, con lo que se superó el récord de inscritos de ediciones anteriores.

David Sánchez, alcalde de Jubrique, comentó que “el V Concurso de Aguardiente ha sido

todo un éxito por la gran afluencia de personas que han asistido y por el aumento de

participantes. Es un placer contribuir a poner en valor la calidad del aguardiente de Jubrique”.

Este evento, con el que se pretende dar a conocer parte de la rica gastronomía del municipio,

está declarado Fiesta de Singularidad Turística Provincial.

Los aspirantes, acompañados de sus alambiques, iniciaron las destilaciones alrededor de las

13:00 horas

en la Plaza de Andalucía, lugar donde se habilitó una gran carpa para el concurso.

Se dio la circunstancia de que algunos de los inscritos fueron jóvenes que participaban en esta

iniciativa por primera vez, un hecho más que relevante que pone de manifiesto la importancia

de este evento en cuanto a contribuir a mantener la tradición de la elaboración artesanal del

aguardiente de Jubrique entre las nuevas generaciones.

Manolín Márquez, participante del concurso, indicó que esta bebida

se hace a partir del

mosto, que se introduce en el alambique para su destilación, consiguiendo así alcohol de alta

graduación. A continuación se pone la matalahúva en el interior del alambique y se le añade el

alcohol resultante para realizar una segunda destilación. En este punto es necesario desechar el

primer licor y el último para aprovechar el que sale en mitad del proceso. Por último, sólo falta

añadir agua para rebajar la graduación alcohólica y situarla en unos 40 grados. Para obtener un

litro de aguardiente son necesarios alrededor de cinco litros de mosto.

Por otro lado, Diego Ruiz, miembro del jurado experto que se encargó de valorar los

aguardientes presentados, admitió que la tarea de decidir qué aguardientes eran los merecedores

de los premios fue muy complicada debido al alto nivel demostrado por los participantes. Como

dato significativo, la mitad de los licores obtuvieron una valoración con un solo punto de

diferencia. Ruiz comentó que, a la hora de calificar los aguardientes, el jurado tuvo en cuenta

una serie de parámetros como son: la graduación alcohólica, que debía situarse en 40º con una

tolerancia de error de 2º arriba o abajo, el color, el olor y el sabor.

Tras las oportunas catas y

deliberaciones, alrededor de las 19:00 horas se desveló el resultado del concurso. Los ganadores

de esta edición han sido los farajeños Germán Bernal y José Antonio Delgado, en segunda

posición terminó Manolín Márquez y Antonio Benítez fue tercero.

Durante la jornada del sábado en la Plaza de Andalucía se instalaron diversos stands que

ofrecieron todo tipo de productos típicos, puestos en los que las asociaciones de Jubrique

mostraron sus creaciones artesanales e incluso una pequeña tómbola. Además, desde las 17:00

horas se ofreció a todos los asistentes una exquisita merienda compuesta por buñuelos típicos de

la localidad y chocolate que fue preparada por un grupo de voluntarias. También se realizó una

degustación de productos de Destilerías El Tajo y la Banda Municipal de Música de Jubrique

deleitó a los presentes con un magnífico concierto. Por todo ello, David Sánchez quiso

agradecer la colaboración de todas las personas que, de una forma u otra, aportaron

​

 

voluntariamente su tiempo y su trabajo para logar que un evento de estas características haya

sido un rotundo éxito.

Jubrique tiene una larga

tradición en la elaboración de aguardiente. Sus inicios se remontan al

siglo XVIII, cuando tres cuartas partes de los campos de la localidad eran viñedos. Se conoce

que durante aquella época llegó a haber alrededor de 70 alambiques en el término municipal y el

licor era reconocido por su calidad en todos los pueblos del entorno, hasta el punto de que desde

entonces se conoce a la localidad como “Jubrique el del aguardiente”.

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