La Hermandad del Nazareno abrió este jueves los actos de su 250 aniversario con un Te Deum de acción de gracias, presidido por el arcipreste de San Fernando, Alfonso Gutiérrez Estudillo y concelebrado por Gonzalo Gómez Zaragoza.
La capilla musical brilló con la Coral de San Dionisio de Jerez de la Frontera, dirigida por Francisco Marín Romero y José Carlos Gutiérrez Romero. Contaron con la instrumentación de organista, timbales y dos trompetas en la interpretación de varias obras con gran protagonismo de Georg Friedrich Haendel (Marcha de Scipione, Canticorum Iubilo y Ave María) o Jeremiah Clarke (Trumpet Voluntary). La pieza principal de la noche fue el Te Deum del padre carmelita Carmelo Codinach, muy conocido gracias a su interpretación anual en la Catedral de Sevilla el día de San Fernando.
Para la ocasión la hermandad recuperó un altar típico de los años 70 y 80 con los dos titulares en el mismo, aunque sin peanas. Con ello quiso hacer un guiño a su historia, aunque la larga historia de la hermandad, bien muestra a Jesús Nazareno en un gran altar ante el retablo mayor del templo.
Los asistentes recibieron la credencial del devoto, así como la guía del Te Deum a celebrar. Entre ellos estaban concejales del Ayuntamiento, el presidente del Consejo de Hermandades, representante del Cuerpo Nacional de Policía, y hermanos mayores y representantes de hermandades isleñas.
La iglesia Mayor se llenó de fieles en una tarde noche de intenso calor con la que se abre un programa extraordinario que continuará el próximo mes de septiembre con un rosario de antorchas con la Virgen de los Dolores y el pregón que ofrecerá el sacerdote Marco Antonio Huelga de la Luz.
