La Virgen del Carmen partía ayer martes por la tarde desde la parroquia de la Sagrada Familia en la Bazán rodeada de nuevo de una gran multitud, que se iba haciendo mayor a medida que se iba acercando a las cercanías del Panteón de Marinos Ilustres.
A las 19,30 horas salía de la iglesia de la Bazán a hombros de las cuadrillas de las hermandades de la parroquia. Fueron muchas las personas que no quisieron perderse ese traslado a través de la barriada de Carlos III, la estación y el paseo Joly Velasco, para adentrarse en la zona militar de San Carlos, dejando momentos que hacía muchos años que no se veían, incluso muchos de los allí reunidos no lo recordaban.
A la llegada al patio del Panteón de Marinos Ilustres, la parihuela la portarían un grupo de alumnos de la Escuela de Suboficiales de la Armada, momento en el que se realizaba el acto de arriado de bandera.
La Virgen del Carmen hizo el recorrido hacia el Panteón en medio de un pasillo de marinos en honor a la Santísima Virgen. El numeroso público asistente no pudo entrar en la iglesia, solo los componentes de las hermandades que acompañaban el cortejo y personal autorizado. La cuadrilla de la Hermandad de Tres Caídas entraba con la Virgen en el Templo depositándola en el altar mayor, donde permanecerá hasta la tarde de este miércoles a las 18.00 horas, que será cuando se llevará a cabo la Eucaristía de despedida y, al término de la misma, emprenderá camino hacia la Iglesia de la Inmaculada en el barrio de la Casería