Ahora se lleva barba bien cuidada

Publicado: 01/02/2015
David Núñez aspira a conseguir el Premio Picasso de Peluquería tras quedar finalista gracias a su concepción del negocio que ha convertido en barbería.
Cualquiera que haya asistido alguna vez  a una charla para emprendedores que dan los formadores de emprendedores, escucharán, a la fuerza, que para triunfar hay que darle al público algo distinto. Y algo distinto que se note desde el momento en que se entra en el establecimiento. Y algo distinto que haga volver al cliente.

David Núñez ha estado más de veinte años trabajando como peluquero y no se le ha ocurrido otra cosa que emprender un camino que podría interpretarse como de regreso al pasado, cuando en realidad ha sido un viaje al futuro.

Cuando todo el mundo ha cambiado el nombre de barbería, que era como se llamaban antes donde pelaban, y las han llamado peluquería, que es donde te cortan el pelo, que al parecer no es lo mismo, el ha dado un giro a su negocio –hace un par de años ya- y ha convertido en una barbería. ¿Por qué? Pues más que para rasurar la barba a los clientes, para arreglársela, cuidársela y darle un toque masculino y elegante.

Y es que la barba está de moda. No la barba desaliñada de progre converso, la que se acompaña del pelo largo y sin cuidar, o cuidadamente descuidado. Es la barba del hombre bien cortada, bien mantenida, elegante, oliendo bien y respirando masculinidad.

Sabiendo de esa nueva tendencia y conociendo métodos nuevos para satisfacer alcliente, ¿por quéquedarse en una peluquería normal. David emprendió la aventura y la aventura va bien, añadiendo a todo eso que no se trata sólo del oficio de cuidad la barba o cortar el pelo, que una cosa no quita la otra, sino que de crear todo un concepto de establecimiento en el que el cliente esté a gusto mientras está y de esa satisfacción salga el deseo de volver a estar.

Hasta la música que se pone está adecuada al cliente o David sabe qué música va a satisfacer a todos, según cuántos clientes haya o las horas que sean.

Esa forma de entender su oficio le ha valido, hasta ahora para estar entre los finalistas de los premios Picasso de Peluquería Andaluza, que se celebrarán en Sevilla el próximo 14 de febrero en Sevilla. David también opta a los premios Barbería con encanto como mejor barbero y mejor barbería.

Reconocimiento

Los Premios Picasso se han establecido a nivel de todo el territorio andaluz con el fin de dignificar el oficio de peluquero o de barbero, el del hombre que no sólo corta el pelo sino que sabe perfectamente -si se dan las condiciones- qué es lo que quiere su cliente. O que le aconseja otras formas si cree que así va a quedar más satisfecho.

David ha tenido que competir con cientos de peluqueros, buenos peluqueros, para estar entre los diez finalistas. Ahora está en capilla, como los toreros.

Con David venía otro peluquero, en este caso peluquero y profesor, Jordi Catalán, que de casta le viene al galgo. Y habló de la competencia que existe entre los profesionales del sector que se sale de lo habitual cuando algunos tiran los precios.

Para Catalán, eso es una forma de desprestigiar el trabajo de un peluquero profesional, sobre todo cuando para esos precios -no tan bajos pero sí más baratos- están los alumnos de los centros de formación que en muchos casos ya sobrepasan a otros muchos que tienen establecimiento con su nombre.

Catalán y David también se refirieron a la necesidad de crear una asociación profesional fuerte, como existe en las demás provincias andaluzas y que en Cádiz está por crear a pesar de que ha habido intentos en numerosas ocasiones.

Y no se trata de crear una asociación simplemente para fijar los precios de los servicios, sino de conseguir la suficiente fuerza como, por ejemplo, que para aprender los grandes peluqueros no haya que salir de Cádiz, sino que vengan ellos aquí.

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