Un cuarto de siglo. Prácticamente en los albores del asociacionismo y con mujeres, sobre todo mujeres, que salieron del Centro de Educación de Adultos María Zambrano y que no quisieron desvincularse de él. Porque la Asociación Marzam, como manifestaba la directora del María Nieves Zambrano, había recorrido ese ya largo camino por separado pero sin dejar nunca de estar donde estuvieron sus orígenes.
Un cuarto de siglo después, la Asociación Marzam ha estado en las fiestas de la ciudad colaborando; en los actos reivindicativos apoyando; en los actos culturales enriqueciéndose. Ha organizado viajes, semanas culturales, actos de todo tipo con una junta directiva que -¡ay, por ahí falla!- necesita renovarse y no se cansa de repetirlo Pepi García Sobrero, la presidenta, deseosa de que la gente joven tome el relevo.
El Centro de Congresos Cortes de la Real Isla de León fue el jueves escenario de la celebración de ese veinticinco aniversario de la entidad y allí estuvo la alcaldesa, Patricia Cavada, diciéndoles lo mismo que les dijo cuando se inauguró el curso en el salón de actos de la Compañía de María, que iban a contar con un nuevo local porque el que tiene es para colocarlo en un lugar de honor del libro de los récord. Los récord de la capacidad de adaptación, de la paciencia, de la voluntad para ensanchar paredes que agobian a la gran cantidad de alumnas y alumnos que alberga en cada curso.
Esta vez era un poco distinto. Ya está contemplado en los Presupuestos Municipales de 2016 –que no están aprobados todavía- el montante para adecuar el que era Palacio de Justicia, los Juzgados de toda la vida y que ya no lo son, por lo que sólo queda que pasen los trámites plenarios, la publicación del Presupuesto, la entrada en vigor… y que luego haya dinero de verdad. Nada. Minucias comparado con los años que llevan en la calle San Bruno.
Allí estuvieron, sobre el atril del auditorio Lázaro Dou, personas que han estado y están relacionadas con el Centro de Adultos y que han convivido con la Asociación Marzam.
La que fuera jefa del Servicio de Ordenación Educativa y ahora profesora en el centro, Inmaculada Tinoco; el ex coordinador de Educación Permanente, Francisco Acosta; la actual coordinadora provincial, Mari Luz Simón del Pino; la profesora y escritora Josela Maturana; la presidenta de la Asociación Marzam…
Todas habían visto el video que se había proyectado con muchas de las actividades realizadas a lo largo de estos años –ahí es donde se nota que siempre son casi las mismas, que dijeron por allí- y Pepe García Sobrero, que además entregó ramos de flores a las participantes y diplomas. Y a ella le entregaron una placa por el trabajo desarrollado y por el que le queda por desarrollar.
Eso iba a ser antes porque el fin de fiesta estaba destinado a los cantantes David Roldán Mainé y Adrián Caballero Rosano, participantes del programa Se llama copla. Pero como el orden de los factores ni altera el producto, primero cantaron y al final se entregaron los presentes. Un peligro, porque allí todos tenían ganas de copla y los cantantes dispuestos a satisfacer todas las peticiones. Y el Yeyo, esperando.
Así fue cómo se celebraba ese medio siglo, con una semana llena de actos que culminaba con ese centro de educación de adultos más acorde con la realidad actual cada vez más cerca. Bueno, más acorde con la realidad actual y con la realidad pasada. Que esa sí que es una odisea en aras de la educación. Educación, con mayúsculas.