En estos últimos días, los responsables de los terrenos de los Polvorines de Fadricas, que son del Ministerio de Defensa en la mitad de ellos y la familia Vela de la Flor en la otra mitad -en función de la sentencia del Tribunal Supremo de 2007 que daba la razón a los reversionistas- han comenzado a prohibir la entrada a los ciudadanos que hasta ahora organizaban paseos por esos terrenos desconocidos para la gran mayoría.
No en vano y aunque ha sido de los pocos terrenos desafectados en la ciudad, junto al Janer, siempre ha sido parte de la servidumbre militar que padece San Fernando y por el uso que se le ha dado como almacen de municiones, especialmente vigilado hasta su desfectación en 2003 cuando salió el último cargamento con destino a Rota.