Y muchos dirán que eso no es nada comparado con su barrio o que la suciedad es culpa de los que tiran las cosas al suelo que son unos incívicos en el mejor de los casos. Todos llevan razón.
Pero San Fernando, por hache o por be, es una de las ciudades en la que los puntos negros de la suciedad acumula causas que llegan desde un mal contrato de limpieza -se diseñó la plica actual en 2003 y se hizo mal- a una mala educación e incivismo de la gente.
La alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada, decía en una entrevista concedida a este periódico que cuando el arriba firmante veia un alcorque roto ella ya lo sabía.
A estas alturas y a fuerza de petear La Isla -andando- cualquiera puede encontrar un nuevo rincón que esperaba ser descubierto o que lleva meses y años en situación de abandono.
Que si los vientos, que si las mareas... Ahí está ese rinconcito del molino de mareas de Bahía Sur, a las puertas del complejo comercial y de polígono de Fadricas que también quieren que sea un poquito más comercial, oliendo mal y maltratando la vista. Dan ganas de no seguir para adelante.