“
No convirtáis el río Guadalquivir en vuestro vertedero”, proclamaba uno de los
carteles que pululaban en la
protesta convocada por los grupos
Greenpeace y Ecologistas en Acción contra el proyecto de la Junta de Andalucía para la
reapertura de la mina de Aznalcóllar, lo que provocará miles de millones de vertidos tóxicos en el río. Dicha mina quedó a cargo de la empresa Minera Los Frailes, perteneciente al Grupo México y Matgel. La manifestación se enmarca en el 26 aniversario del desastre ecológico que provovó la multinacional sueca
Boliden en la misma mina.
Isidoro Albarreal, de Ecologistas en Acción, y
José Carbonell, de Greenpeace, además de la portavoz de Podemos en Sevilla, Susana Hornillos, fueron algunos de los presentes en la protesta, aunque esta última no llegó a tomar la palabra. Después de los pertinentes discursos, la muchedumbre entonó un mensaje claro y conciso: “No a los vertidos”. Este mensaje fue consonante con el
“No a los vertidos mineros al río” colgado en la barandilla del Puente de Isabel II.
Dirigiéndose a los deportistas de remo que pasaban por el río, Albarreal avisaba de que esa
práctica se podía tornar “peligrosa” de llevarse a cabo lo que la Administración andaluza pretende. Además, espetó un “faltaría más” en respuesta a las palabras del consejero de Industria, Energía y Minas, Jorge Paradela, quien afirmó que “la tecnología ha avanzado muchísimo”. Tampoco dudó en mostrar su
desconfianza ante las voces que afirman que el
agua estará totalmente depurada: “la fiabilidad de este tipo de empresas es 0”.
Carbonell ofreció una perspectiva
“más global” ante esta idea “europea” con la que en la Junta de Andalucía, señala,
han querido ser “los primeros”. Apeló a la
memoria con lo ocurrido en otras ocasiones con las empresas mineras y las distintas administraciones. Quiso hacer hincapié en que las mineras aprovechan el
“pretexto del empleo” para obtener
subvenciones, sacar el dinero y después
“dejarnos toda la basura a nosotros”. También se acordó de la población de
Aznalcóllar y manifestó su respeto por querer
“tener empleo”, pero solicitó
solidaridad con los
cultivadores del Bajo Guadalquivir o los
pesqueros de Sanlúcar de Barrameda y Chipiona.
Finalmente, se procedió a una lectura del
manifiesto que han apoyado “50 asociaciones”. A partir del 26 de abril se podrá firmar en la web de Ecologistas en Acción.