El Ayuntamiento de Sevilla ha presentado el proyecto de restauración de las fachadas neoclásicas y neorrenacentistas de la Casa Consistorial que tendrán una duración máxima de 36 meses y que supondrán una inversión de 1,7 millones de euros.
Un "Louvre", una auténtica joya en la calleHoy ha arrancado esta nueva fase siendo ya la sexta, que pondrá fin a los trabajos que comenzaban en el año 2009 y que siguen teniendo el mismo objetivo: la restauración integral. Unas intervenciones que, tal y como aseguraba el alcalde, no van a ser un impedimentos para el montaje de palcos y para, en general, la celebración de la próxima Semana Santa. Se tendrán asimismo en cuenta otras interferencias, como por ejemplo la celebración del Corpus Christi, y ello, tras una reunión entre el Patronato del Real Alcázar, como promotor de la obra, y el Consejo de Hermandades y Cofradías.
Muñoz resaltaba que se trata de "una de las principales intervenciones patrimoniales en el mandato municipal con mayor apuesta por la restauración, rehabilitación, conservación y la puesta en valor del patrimonio de nuestra ciudad con más de 30 millones en ejecución".
Por su parte, la arquitecta y responsable del proyecto, Dolores Robador, ha desgranado los detalles de la intervención en las fachadas con una técnica recuperada: "los micromorteros de cal, que protege la piedra y la entorna cromáticamente". Unas labores que consistirán en reparaciones estructurales, limpieza, consolidación, protección e impermeabilización de las cornisas.
Unos trabajos que ponen fin a los problemas que, según explicaba la arquitecta del proyecto, presentan desde hace años la piedra debido al paso del tiempo. "La fachada presenta costras, verdinas, hongos y microhongos, pero donde más deterioro hemos encontrado en los zócalos". La limitación al tráfico rodado en la zona ha reducido los daños en el edificio, "pero el paso de los años y la contaminación ambiental siempre están presentes", apuntillaba.
Además, Robador ponía en valor la delicadeza y el cuidado con el que se trata el edificio debido a su importancia histórica y arquitectónica. Por ello, las obras se llevan a cabo siguiendo los criteros de la "Carta de Venecia", es decir, teniendo en cuenta que es un edificio de enorme interés histórico, arquitectónico, y con marcado significado simbólico, construido "en dos grandes épocas, un "Louvre", una auténtica joya en la calle", añadía la arquitecta.
A pesar del resto de fases, la que comienza ahora es la más costosa porque se centra en las partes estructurales y en la piedra, trabajos de cantería, y no tanto en los ornamentos. Una vez finalizadas las obras, la rehabilitación integral del edificio habrá contado con un presupuesto de 2,63 millones de euros, siendo una inversión desplegada a lo largo de más de una década.