“El Cine Cervantes se va a reabrir en octubre pero con las condiciones de un cine antiguo, no un multicine”. Unión Cine Ciudad, gestora de este emblemático espacio, la Plataforma Cervantes es Cine y la asociación conservacionista Adepa se han unido para presentar en público lo que será una colaboración fructífera para que este BIC recupere su actividad cinematográfica, aunque aún quedan pendientes algunos flecos por cerrar, como es la figura jurídica con la que trabaje la plataforma y las líneas de apoyo en las que trabaja el Ayuntamiento de Sevilla para facilitar su viabilidad.
Segismundo Hernández, miembro de la familia que regenta el Cine Cevantes desde los años 50, ha dejado claro que el espacio “va a abrir en octubre pero con las condiciones de un cine antiguo, no un multicine”, porque la viabilidad del espacio pasa por aprovechar su singularidad, como la de Cinema Paradiso, cuya proyección, de cinco minutos, ha abierto la presentación.
El Cine Cervantes cumple en octubre 150 años desde que se inaugurara como teatro y 70 desde que se dedicara a la proyección cinematográfica, efemérides que servirá para que reabra sus persianas, cerradas desde la pandemia. El primer paso que se dará, según Hernández, será la recuperación del espacio, afectado por la humedad y el salitre, la adecuación de los mármoles y la mejora de las instalaciones, con una pantalla refractante que dará más luminosidad y la mejora del sonido para las proyecciones en digital, “porque lo analógico ya ha terminado”, en lo que se invertirán cien mil euros.
Para poner fecha, están pendientes de que se concrete las tres líneas de actuación en las que se está trabajando con el Ayuntamiento para apoyar su reapertura: convertirlo en subsede del Festival de Cine pero acogiendo también programación paralela a lo largo de todo el año; la colaboración con la Plataforma Cervantes es Cine a través de ciclos y programaciones singulares que alternen con la explotación comercial; y la conversión en “comercio histórico” para acogerse a las bonificaciones municipales.
“En cuanto cuantifiquen, definimos fecha”, aseguraba Hernández, que puntualizaba que “no es tanto lo que tenemos que hacer, es más el aparato que tenemos que hacer”, en relación al andamiaje que tendrán que instalar para reparar el techo y la cúpula del teatro, además de los suelos y “cambiar las cortinas” o recuperar la majestuosa lámpara, que reconoció “no funciona desde hace años”.
“Abandonamos el modelo de subvenciones. Es un espacio singular y queremos que lo utilice cualquier administración pública para sus actividades, buscar sinergias”, decía Hernández completando las explicaciones de los periodistas Rafael Jurado y Marta Maldonado, impulsores de la Plataforma Cervantes es Cine, que debe concretar ahora qué figura jurídica escoger para “devolver la magia del cine” al espacio y colaborar en las actividades que permitan esta “operación de rescate” en la que hay “ilusión y certeza”.
Joaquín Egea, presidente de Adepa, puso el apunte histórico a la presentación, poniendo en duda incluso los datos de las hemerotecas, que sitúan la inauguración oficial el 18 de octubre de 1873, ya que ha encontrado documentación en la Biblioteca Nacional que la sitúa el 23 de abril, fecha que le “cuadra” porque es el aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes.
Egea comparó la desaparición del histórico teatro San Fernando en 1973 con la posibilidad de que desapareciera el Cervantes. “Lo mismo que se mató el San Fernando por la desidia de dos alcaldes, se puede evitar perder éste por la desidia de la ciudad”, decía, para apuntar que hay que conseguir “que esta historia que se remonta a Figueras y a la Primera República, no muera”.
Y añadía su crítica velada a la política con la primera obra sevillana que se representó en este teatro, una pequeña obra, ‘El último día’, que realizaron el católico y de derechas Luis Montoto, con el republicano y de izquierda José de Velilla: “Entonces las diferencias políticas no llevaban al cainismo”, aseguraba.