Como un árbol joven que, con raíces recién plantadas, desafía el viento y crece hacia el cielo, el Trío Helios ha demostrado que la fuerza de la juventud radica en su capacidad para arraigar sueños y convertirlos en logros. Con solo unos meses de vida como formación, estas tres artistas han echado raíces firmes en el panorama de la música de cámara, conquistando el Primer Premio del Concurso José Gámez y mostrando que, aunque el tronco sea aún joven, la pasión y el trabajo constante son capaces de sostener las ramas más altas.
El Trío Helios, integrado por Adriana Puentes González-Amor (violín), Marina Gutiérrez Aranda (violonchelo) y Lucía Rodríguez Ramírez (piano), ha alcanzado este importante premio organizado por el Conservatorio Superior de Música de Sevilla Manuel Castillo y ahora mira al futuro con los ojos de la sorpresa y el asombro.
El anuncio de su victoria fue un momento que, según confiesan, no esperaban en absoluto. “Fuimos a probar suerte; habíamos trabajado mucho, pero era nuestro primer concurso y habíamos tocado poco en escenario”, explicaron, añadiendo que la formación había nacido solo unos meses antes. Enfocadas en mejorar y aprender, reconocieron que sus expectativas eran bajas: “Cuando te centras tanto en mejorar en el aula, te parece que todavía queda mucho para hacer algo digno de ser presentado”. La noticia del premio fue para ellas “un golpe de realidad desde el optimismo” que las llevó a plantearse que ya tienen algo valioso que expresar en el escenario, a pesar de lo mucho que aún les queda por aprender.
Un programa con propósito
La selección de obras para su concierto posterior en el Espacio Turina tuvo un gran significado personal y artístico. Explicaron que la pieza de Beethoven, el Trío “Fantasma”, fue sugerida por su profesor Israel Fausto, quien consideró que era una buena manera de consolidar al grupo. “No os vamos a mentir, los primeros ensayos fueron complicados”, confesaron, destacando que los retos técnicos fueron especialmente exigentes para la pianista.
Turina, por su parte, representó una elección deliberada para explorar un estilo diferente. “Queríamos algo más contemporáneo, con ese estilo nacionalista y ligero que es muy divertido de tocar”, comentaron. Finalmente, eligieron el trío de Fanny Mendelssohn como una declaración a favor de la visibilidad de las mujeres compositoras. “Creemos que al mundo de la música clásica aún le queda muchísimo por recorrer para alcanzar la igualdad”, señalaron, subrayando su compromiso con incluir obras de mujeres siempre que sea posible.
Trabajo, comunicación y escucha activa
Sobre su metodología, destacaron la importancia de “entrenar el oído, analizar la obra y conocer profundamente cada parte, no solo la propia”. Para ellas, un trío exitoso necesita “un espacio amable para las críticas y las propuestas”, ya que una comunicación fluida es fundamental para el crecimiento colectivo.
La victoria en el concurso les ha abierto nuevas oportunidades, aunque ahora planean tomarse un descanso para enfocarse en sus estudios y proyectos individuales. “Tenemos en mente participar en más concursos por Andalucía con la misma ilusión y ganas”, concluyeron, reafirmando su pasión por la música y su deseo de seguir creciendo como grupo.