El Juzgado de lo Penal número cinco de Sevilla ha condenado a un año de cárcel y a seis meses de multa por un delito de intrusismo y otro de lesiones imprudentes a un protésico dental por haber ejercido como odontólogo y estomatólogo en Los Palacios (Sevilla) pese a no disponer de la formación necesaria para ello y por haber dejado sin dientes a un paciente al que intervino en varias ocasiones de forma inadecuada.
Según relata la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el ahora condenado tenía abierta al público una consulta en la calle Antonio Gaudí de Los Palacios, desde la que se promocionaba como "mecánico dentista" y en la que disponía de "la instrumentación propia de la especialidad de odontólogo", que incluía "anestésicos, fresadora, sondas y agujas de inyección dentales".
Los hechos sobre los que se le ha juzgado se produjeron en junio del año 2004, cuando un paciente acudió a esta clínica pensando que su titular era dentista para que éste le realizara una prótesis y cuatro empastes.
"Al poco tiempo", al paciente "se le desprendieron los enganches" que el falso dentista le había colocado tras quitarle cuatro caries y realizarle cuatro empastes. A pesar de que el protésico "colocó nuevamente pasta en cada agujero", esa misma noche "se vino todo abajo" cuando el paciente se quitó el aparato.
En la sentencia, fechada en Sevilla el pasado 3 de mayo, el juez resalta que el ahora condenado realizó todas estas intervenciones "sin guantes, bata ni mascarilla ni la adecuada esterilización", lo que, según añade, "provocó múltiples infecciones de repetición" y "caries recidivantes" que motivaron que al paciente se le tuvieran que extraer "bastantes piezas dentarias a lo largo de unas cuatro sesiones", hasta el punto de quedarse "sin dientes", con las consecuentes "consecuencias fisiológicas para la masticación, fonación y estéticas".
Por todo ello, el Juzgado ha condenado al protésico al pago de una multa de cinco euros diarios durante seis meses como autor de un delito de intrusismo y a un año de cárcel por un delito de lesiones imprudentes, así como al pago de una indemnización de 3.000 euros en concepto de "responsabilidad civil".