El Ayuntamiento hispalense ha decidido obviar todas las recomendaciones de los expertos en jardinería y arboleda urbana y ha comenzado a talar, en plena época estival, los arbustos de varios colegios de la ciudad.
Ecologistas en Acción ha podido comprobar cómo, desde hace algunos días, operarios del Consistorio, motosierra en mano, podan las ramas de los árboles de los centros escolares, como el CEIP Pedro Garfías, situado entre la barriada de la Macarena y La Golondrina, hasta dejarlos sin rama alguna.
El problema, según explicó la asociación, es que la tala es totalmente desaconsejable durante el final de la primavera y los meses de verano, debido a que es cuando la savia del arbusto tiene más actividad. La poda provoca, por tanto, la pérdida de gran cantidad de esta sustancia, pudiendo llegar incluso a secarse completamente. Suele decirse que el árbol “sangra mucho”.
Los ecologistas definen este hecho como un “daño” porque genera el debilitamiento del ejemplar a causa de que se cortan sus ramas en el momento de mayor desarrollo del arbusto. En este sentido, afirmaron que la tala debiera ser más suave ya que dicen está siendo “salvaje” al estar cortado la copa del arbusto en su totalidad.
Desde Ecologistas en Acción aclararon que la poda de un arbusto tiene consecuencias también en la ciudad ya que supone una subida de calor de tres grados, por tanto, una de las utilidades de la arboleda urbana es la mejora de la temperatura. Entre otros beneficios los árboles ofrecen sombra, catalizan el ruido, capturan partículas contaminantes, que aumentan en verano por el calor, y emitir oxígeno. Además, destacaron la importancia de la naturaleza para conectar al ser humano.
Para la organización este tipo de acciones demuestran la falta de sensibilidad del Consistorio por el medio ambiente aseverando que el bosque urbano necesario es una herramienta de carácter ambiental, social y psicológico.
Las razones del Ayuntamiento
Los operarios de la tala aclararon que la fecha elegida era por motivos de seguridad del alumnado, al ser época de vacaciones. Los ecologistas insisten: “también hay fiesta en Navidad y Semana Santa”.