El Distrito Sanitario de Atención Primaria de Sevilla ha celebrado una jornada de trabajo con sus profesionales para revisar las prácticas médicas y, con ello evitar, posibles daños a los pacientes, con la participación de 150 personas.
Según informa la Junta de Andalucía en una nota, desde el punto de vista científico, la actividad asistencial debe ser periódicamente sometidas a revisión porque a veces, "a la luz de los avances del conocimiento, puede suponer más daños que beneficios para los pacientes". Se trata de actividades preventivas, diagnósticas, terapéuticas, de cuidados u organizativas que además de poder perjudicar, sobrecargan el sistema sanitario público y afectan a su sostenibilidad, según explica.
Así, con el fin de evitar esas consecuencias, el Distrito Sanitario de Atención de Sevilla ha organizado las jornadas de trabajo 'Dejar de hacer: ¿qué y cómo?' en las que han participado más de 150 profesionales sanitarios y representantes de las asociaciones de vecinos y de la Federación de Asociaciones de Consumidores y Usuarios (Facua). Los asistentes han asistido a las presentaciones de profesionales e investigadores de este campo, abarcando distintas perspectivas. También, se han presentado los avances del proyecto que se está desarrollando en el distrito en esta materia y se han debatido líneas de trabajo futuras.
Los ponentes invitados han analizado nuevas líneas de trabajo, reflexionado sobre prácticas asistenciales hasta ahora establecidas como idóneas y han elaborado una lista con las que se consideran inadecuadas. Son aquellas que los expertos califican de cosas que 'dejar de hacer' o 'do not do', en la terminología anglosajona ampliamente difundida en los foros sanitarios.
Los asistentes han abordado la tendencia creciente a medicalizar aspectos normales de la vida, etiquetando como enfermedad lo que son circunstancias vitales o simples factores de riesgo. A la vez, se han reducido los umbrales diagnósticos de muchas enfermedades con una intención preventiva desenfocada, condicionando la realización innecesaria de pruebas y revisiones.
Por eso, diferentes instituciones sanitarias y científicas han adoptado la decisión de revisar periódicamente las prácticas médicas en Atención Primaria, algo que se hacía en otros sectores como la clínica o la farmacología. De esta manera, se pretende evitar que los hábitos se conviertan en rutina y que ésta sea la principal razón para, en algunos casos, mantener prácticas que con el tiempo se demuestra que no aportan nada al cuidado de la salud.