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Sevilla

El atracador de Santa Clara pide cinco años de cárcel para el dueño del chalé que le disparó

La letrada relata que cuando su cliente salía del domicilio y se dirigía andando a su coche tras supuestamente robar joyas y dinero, el dueño del chalé cogió un rifle del calibre 22 y realizó un primer disparo que le alcanzó en el muslo derecho

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El joven que fue detenido el día 21 de junio de 2014 por robar en un chalé del barrio sevillano de Santa Clara y herir con un arma blanca al propietario, que a su vez le disparó con una escopeta alcanzándole en una pierna, ha solicitado cinco años de cárcel para este último, frente a los cinco meses de prisión que le pide la Fiscalía.

   En su escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, la abogada del supuesto atracador, Dolores Torres, pide para el dueño del chalé, R.V.Q., hasta cinco años de prisión y el pago de una indemnización de 18.000 euros por las lesiones y secuelas sufridas a cuenta de un delito de lesiones con arma con la agravante de alevosía.

   La letrada relata que, cuando su cliente salía del domicilio y se dirigía andando a su coche tras supuestamente robar joyas y dinero --hechos por los que la Fiscalía le pide 8 años de cárcel--, el dueño del chalé cogió un rifle del calibre 22, salió a la calle y, "con el ánimo de menoscabar su integridad física y de causarle las máximas lesiones posibles", realizó un primer disparo que le alcanzó en el muslo derecho.

   Este disparó requirió que fuera intervenido quirúrgicamente y que estuviera ingresado en un hospital nueve días, sufriendo lesiones de las que actualmente no se encuentra curado, y quedándole como secuelas fuertes dolores postraumáticos, parestesia en cara medial del muslo, limitación de la movilidad de la pierna derecha y dificultad en la deambulación, así como perjuicio estético, según el escrito consultado por Europa Press.

"ÁNIMO DE VENGANZA"

   Tras realizar el primer disparo, y cuando su cliente se encontraba en el interior del coche, el dueño del chalé realizó tres disparos más "con la misma intención de menoscabar la integridad física", impactando los disparos en la luna trasera y el maletero del vehículo, añadiendo que realizó estos disparos "sin que existiese ninguna causa que los justificara, movido exclusivamente por el ánimo de venganza y de lesionarle".

   La abogada pide en su escrito que se libre oficio al Hospital Virgen del Rocío para que remita los análisis clínicos de sangre y orina realizados a su patrocinado a fin de "acreditar la ingesta de alcohol y sustancias estupefacientes en el momento de suceder los hechos" por los que es acusado.

   Asimismo, solicita que un perito psicólogo reconozca a su cliente y emita un informe sobre si padece algún tipo de adicción al alcohol o las drogas.

   La letrada del presunto atracador ha pedido la libre absolución de su cliente, frente a la petición de ocho años de cárcel de la Fiscalía, y en caso de que fuera condenado ha solicitado que se aplique una atenuante al sufrir un trastorno de la personalidad ligado a su dependencia al consumo de sustancias tóxicas.

LOS HECHOS, SEGÚN LA FISCALÍA

   En su escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, el Ministerio Público pide para el presunto atracador cuatro años de cárcel por un delito de robo con violencia en casa habitada y otros cuatro años de prisión por un delito de lesiones, así como que indemnice con 7.850 euros al propietario de la vivienda por las lesiones y secuelas causadas.

   La Fiscalía considera que los hechos tuvieron lugar sobre las 9,00 horas del 21 de junio de 2014, cuando E.M.J., "con el ánimo de apoderarse de los efectos de valor que encontrase", entró por un ventanal que se encontraba abierto en una vivienda de la calle Fray Francisco de Pareja, encontrándose en el interior del inmueble con la empleada de hogar, a la que, colocándole un cuchillo en el cuello, le exigió que le indicase donde se encontraban los dueños de la vivienda.

   Al indicarle la empleada que estaban durmiendo en el dormitorio en la planta superior, el acusado la obligó a acompañarla hasta dicha habitación, y mientras subía sacó una pistola que portaba y se colocó un calcetín a modo de guante, resultando la pistola apta únicamente para disparar balines de plástico, "aunque por su forma resultaba fácilmente confundible con una pistola verdadera", según el escrito de acusación.

   Al llegar a la habitación, el acusado, que actualmente se encuentra en prisión, se dirigió a la cama en la que se encontraba el matrimonio y se subió a la misma esgrimiendo el cuchillo y la pistola, exigiéndoles que le entregasen el dinero, por lo que le abrieron la caja fuerte que se encontraba en el baño, momento en el que el acusado asestó una puñalada en el muslo al dueño de la vivienda y se dio a la fuga con joyas y dinero.

   El propietario del inmueble, "con el temor fundado" de que el acusado pudiese atacar a su mujer o a sus tres hijos menores, cogió una carabina del calibre 22 y salió en persecución del ladrón, de manera que, "con el ánimo de menoscabar su integridad física pero muy afectado por el temor y la angustia de la situación que se había producido en su habitación", realizó un disparo que alcanzó al otro acusado en la pierna.

TRES DISPAROS MÁS

   No obstante, el atracador logró llegar al coche con el que se había desplazado a la casa, momento en el que, "con el fin de impedir su huida con los efectos sustraídos y antes de proceder a avisar a la Policía o adoptar alguna otra medida para impedir su fuga, tales como haber pedido auxilio a algún vecino o tomar el número de matrícula del vehículo", el dueño de la vivienda realizó tres disparos hacia dicho coche, los cuales impactaron en el maletero y la luna trasera.

   Instantes después, se personó en el lugar la Policía, que detuvo tanto al atracador, que sufrió una herida por arma de fuego en el muslo derecho por la que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente, como al dueño del piso, que sufrió una herida inciso contusa en el muslo derecho y trastorno de estrés postraumático.

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