Los equipos de trasplantes del Hospital Universitario Virgen del Rocío han practicado, en un periodo de solo 15 días, seis trasplantes de riñón a niños de entre 4 y 17 años que padecían graves problemas renales y precisaban de tratamiento con diálisis. La solidaridad de las familias y el esfuerzo de los profesionales han hecho posible que estos pequeños descansen y se recuperen ya en casa, evolucionando favorablemente.
Esta cifra destaca más si se tiene en cuenta que en los últimos cinco años, los implantes renales infantiles han oscilado entre los 9 y los 15 cada año. En esta ocasión, cuatro donantes andaluces han permitido cuatro de los seis trasplantes renales infantiles efectuados. Estos implantes infantiles se priorizan sobre los de adultos, dado que hay menos donaciones en la edad pediátrica. Los niños trasplantados son de distintas provincias: dos de Huelva, dos de Sevilla, uno de Almería y uno de Málaga.
Esta actividad extraordinaria se ha podido realizar por la implicación y esfuerzo de todos los profesionales que participan en los procesos de donación y trasplantes, “sin alterar la actividad programada y en época estival”, ha destacado la enfermera coordinadora de trasplantes, Elena Correa Chamorro.
El Hospital Virgen del Rocío ha vuelto a conseguir, de este modo, otro gran reto para la sanidad pública. Y es que sus profesionales, en el primer semestre de este año, han realizado más de 100 trasplantes renales, tanto a adultos como a niños.
De hecho, por primera vez en la historia de este hospital sevillano se ha logrado esta cifra. Fue en 2014 cuando se superó, por primera vez los 100 trasplantes anuales, pero a finales de año. Igual ocurrió en 2015 y en 2016, años en que se lograron injertar un total de 123 y 137 riñones, respectivamente. Esto ha supuesto que la actividad en trasplantes se ha incrementado un 45% con respecto a años anteriores.
Centro de referencia nacional en enfermedad renal infantil grave y diálisis
Sin duda, en esta actividad influye el que el Hospital Universitario Virgen del Rocío sea Centro, Servicio y Unidad de Referencia (CSUR) de la enfermedad renal infantil grave y tratamiento con diálisis. Coordinado por Rafael Bedoya, cuenta con un equipo de 10 profesionales (cinco nefrólogos pediatras, tres urólogos pediatra, cirujano pediátrico, radiólogo intervencionista, anatomopatóloga, especialista en nutrición pediátrica, psiquiatra infantil y enfermera).
Estos especialistas atienden cada año a un mínimo de ocho menores de tres años y a otros ocho menores de 14 años con problemas renales graves, que pueden requerir diálisis peritoneal o hemodiálisis.
Las anomalías congénitas del riñón y del tracto urinario son las causas más frecuentes que originan enfermedad renal crónica grave (ERC) precoz, lo que implica muchas veces un diagnóstico y abordaje prenatal y perinatal por equipos obstétricos con experiencia que colaboren asimismo con equipos de urología y nefrología pediátricos. Así, y después del nacimiento, inician un camino complejo que incluye procedimientos como la nutrición forzada a través de gastrostomía endoscópica o sonda enteral, la corrección quirúrgica de la vía urinaria y de las malformaciones nefrourológicas asociadas.
Estas correcciones deben realizarse por un equipo adecuado en etapas muy precoces de la vida para la preparación para el trasplante; que debe realizarse en caso necesario lo antes posible siempre y cuando lo permita la madurez vascular del paciente (aproximadamente a los dos años de vida o con 12 ó 13 kilogramos de peso). Además, el diagnóstico genético así como el consejo genético a la familia es esencial si se trata de enfermedades hereditarias.
Por ello, el tratamiento de la enfermedad renal crónica avanzada del neonato, lactante y en etapas precoces de la infancia, dada su baja incidencia y su gran complejidad, es multidisciplinar y requiere un hospital pediátrico cono el Infantil del Virgen del Rocío, que integre la mayor Unidades de Cuidados Intensivos neonatal de Andalucía y todas las especialidades pediátricas, para que sus profesionales tengan el conocimiento, las infraestructuras y la capacidad para el tratamiento integral de este grupo de enfermedades.