El arzobispo de Sevilla,
Juan José Asenjo, ha recordado hoy a las
600 hermandades de la Archidiócesis su “
obligación canónica” de contribuir al sostenimiento económico de la Iglesia. El balance económico de 2018 presentado esta mañana en el Palacio Arzobispal arroja que las hermandades han contribuido con
153.150 euros al Fondo Diocesano Común frente a los 131.381 de 2017 y los poco más de 56.000 de 2014.
“
Quiero agradecer a las hermandades su esfuerzo. Cualquier aportación es digna, desde la que da 50 euros a los 22.000 euros de la Macarena. Les recuerdo, no obstante, una vez más que es obligación canónica”, ha señalado Juan José Asenjo en el desglose de las cuentas eclesiásticas.
Esos 153.150 euros los han puesto 126 hermandades de las 600 que hay en toda la Archidiócesis de Sevilla, capital y provincia. Dentro de esas 126 hermandades, en torno a unas 50 lo son de la provincia. “Dios quiera que dentro de poco sean todas las hermandades las que contribuyan económicamente con la Iglesia”, ha terminado deseando el arzobispado.
Lo que se mantiene inmutable es el
respaldo de los sevillanos a la Iglesia en el momento de cumplimentar la
declaración de la renta. En 2018, fueron
320.720 (un 42,2% frente al 33% de media en España) los contribuyentes hispalenses que marcaron la equis a favor de la Conferencia Episcopal. Eso se traduce en una aportación de los sevillanos al fondo común interdiocesano de
algo más de nueve millones de euros. La Archidiócesis sevillana recibe, por su peso y población, algo más de cinco millones, cantidad a la que hay que sumar variables, como la Seguridad Social, que hacen que la cantidad final sea de 7,267 millones de euros. “Estamos encantados de que las aportaciones de los sevillanos sirvan para ayudar a las diócesis más pobres”, ha manifestado Juan José Asenjo.
Junto a las
aportaciones directas de los fieles (
20,6 millones vía Hacienda, colectas, cuotas e incluso donaciones y herencias), el arzobispo ha resaltado la
“generosidad” del Cabildo Catedral, cuya ayuda a la Archidiócesis fue en 2018 de 5,129 millones de euros, 333.486 euros más que en 2017.
La Catedral, su tirón turístico, sigue siendo uno de los motores principales de la Iglesia sevillana.
En números globales, las
cuentas consolidadas de la Archidiócesis de Sevilla en 2018 arrojan
51,7 millones de euros, una cantidad superior en más de seis millones al balance del ejercicio anterior.
Un tercio de esta cantidad va destinada a mantener el “rico patrimonio histórico y cultural” de la Iglesia. La cantidad sigue siendo todavía insuficiente, ya que, como ha destacado el ecónomo diocesano, Alberto Benito, todos los años se reciben peticiones de restauración e intervención en el patrimonio por valor de ocho millones de euros, de los cuales, en torno a un 30% se corresponden con solicitudes de Sevilla capital.
“No tenemos obligación de elaborar este balance de cuentas, pero lo hacemos por transparencia. Fuimos de las primeras Archidiócesis en hacerlo y es un orgullo y una satisfacción”, ha reseñado, por último, Juan José Asenjo.