La violencia machista ha truncado la vida de treinta y dos mujeres y un menor en lo que va de año, lo que supone un ligero descenso con respecto al mismo periodo de 2015 en las estadísticas oficiales.
En contra de la tendencia al incremento de los casos durante las vacaciones estivales registrada en ejercicios precedentes, este verano el número de mujeres víctimas mortales por violencia machista ha bajado a once, frente a las dieciocho del año anterior.
El último caso ocurrió el pasado 17 de septiembre cuando una mujer paraguaya de 34 años murió apuñalada en Ibiza por su expareja, de 26, que luego se suicidó tirándose en un coche por un acantilado, según datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
Otros seis casos están en investigación en las localidades malagueñas de Fuengirola y Frigiliana, así como en Porto do Son (A Coruña), San Bartolomé de Tirajana (Las Palmas), Lugo y Madrid.
Un menor ha perdido la vida como consecuencia de un crimen machista este año, en el que una veintena de niños han quedado huérfanos por esta lacra.
De las treinta y dos mujeres asesinadas en lo que va de año -dos menos que en 2015-, trece habían presentado denuncia, el mismo número que lo habían hecho en el conjunto del ejercicio anterior.
Por comunidades autónomas, los casos se han producido en las Islas Baleares y la Comunidad Valenciana (cinco en cada una), Cataluña (cuatro), Aragón (tres), Andalucía, Principado de Asturias, Canarias, Castilla-León y Castilla La Mancha (dos en cada región) y Extremadura, Galicia, Comunidad de Madrid, País Vasco y Melilla (uno en cada una).
La secretaria de Estado de Justicia, Carmen Sánchez-Cortés, ha asegurado esta semana que aunque el actual Gobierno se encuentre "en funciones" ello no implica que esté "ocioso" en la lucha contra la violencia de género, y que todos los programas siguen funcionado y se mantiene la atención a víctimas.
El Ejecutivo trabaja para afrontar "un problema tan causado", ha dicho Sánchez-Cortés, quien ha destacado las medidas aprobadas en esta legislatura, como por ejemplo el Estatuto de la Víctima.
Un total de 51.773 mujeres maltratadas se encuentran en situación de riesgo en España, de las que 732 son adolescentes y 139 están en un nivel alto de peligro para su vida, de acuerdo con los últimos datos del Ministerio del Interior.
La presidenta de la Fundación Mujeres, Marisa Soleto, estima que en la actual situación de interinidad política, en la que importan los grandes pactos para la conformación de un Gobierno en España, las cuestiones programáticas de fondo como la igualdad de oportunidades y los derechos de las mujeres "pierden relevancia" en términos generales.
Soleto insta a la Fiscalía General del Estado y a la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género a ponerse de acuerdo para dar el mismo número de víctimas mortales, tras constatar las discrepancias en las cifras que ofrecen ambas instituciones.
"La Delegación del Gobierno, cuando cierra el año natural, elimina los casos en investigación y no los contabiliza, cuando se aclaran, de manera que las estadísticas de la Delegación del Gobierno están haciendo desaparecer un número de víctimas que están visibles en la memoria de la Fiscalía", explica Soleto.
Desde su punto de vista, las diferencias anuales en las estadísticas "no son tan relevantes como el hecho de que no somos capaces de bajar del medio centenar de mujeres asesinadas en España", lo que demuestra que hay "un problema severo de protección de las mujeres".
Soleto considera que el elevado porcentaje de mujeres que piden ayuda al Estado y no obtienen protección "trabaja de manera activa en el descrédito de la propia ley integral de violencia de género", puesto que "estamos pidiéndoles a las víctimas que confíen en la ley para resolver su problema de violencia machista, pero resulta que después somos incapaces de proteger a una gran parte de las que salen en las estadísticas oficiales".
Por su parte, la presidenta de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, Amalia Fernández, denuncia la falta de un pacto de estado para luchar contra la violencia machista, con medidas concretas y con una dotación económica adecuada, la ausencia de respuesta social ante los asesinatos de mujeres y la falta de reconocimiento de las víctimas de esta lacra.
Antes, con un Gobierno estable y, ahora, con un Ejecutivo en funciones, la lucha contra la violencia machista está marcada por la rebaja en los presupuestos en esta materia y la falta de especialización en la atención a las víctimas, opina Fernández.
El número de denuncias por violencia machista ha bajado este año porque, a su juicio, "las víctimas no obtienen la respuesta que esperan por parte de los tribunales y no encuentran la ayuda que van buscando".