Agentes de policía han detenido a diecinueve presuntos integrantes de una organización criminal dedicada al tráfico de hachís y cocaína que operaba entre Huesca y Lérida y que suministraba droga en diversos puntos del nordeste del país.
Según informa la Dirección General de la Policía, los jefes del grupo habían establecido su base de operación en la población catalana, donde disponían de tres pisos para el almacenaje y distribución de la droga, parte de la cual era enviada a un clan familiar de Huesca para su venta ilegal.
El hachís con el que operaba la banda eran descargados en localidades costeras del sur de la península y eran trasladados al piso-almacén de Lérida, donde la droga era distribuida por otro integrante del grupo a los encargados de la venta al por menor.
La denominada operación Fragua, que ha permitido incautar 157 kilos de hachís y 2 de cocaína, se inició el pasado mes de mayo a raíz de diversas detenciones practicadas en la provincia de Huesca de presuntos traficantes dedicados al menudeo.
Durante el desarrollo de las pesquisas, los investigadores descubrieron que los pequeños traficantes detenidos se proveían de droga en el domicilio de un clan familiar ubicado en el barrio del Perpetuo Socorro de la capital altoaragonesa.
Los cabecillas de este grupo, dos hermanos de origen magrebí, estaban asentados en la capital leridana, donde disponían de tres pisos de seguridad, en uno de los cuales ocultaban dinero y documentación, y en el otro la droga almacenada.
La droga era traslada hasta el piso-almacén por otros dos miembros de la organización encargados del transporte de los fardos de hachís, labor que realizaban mediante el sistema "Go Fast", una caravana de vehículos de alta gama entre los que se encontraba el que ocultaba la droga.
Mediante este sistema, montado para alertar de la presencia de controles policiales, el trayecto, que se realizaba sin paradas en el camino, era completado con seguridad.
Además, los sospechosos viajaban con documentación falsa para tratar de evadir una identificación o control policial.
Una vez descargada, la droga era distribuida por diversos puntos de la zona nordeste de España.
Los investigadores, durante el desarrollo de la operación, interceptaron a un miembro del grupo encargado de la distribución desde Lérida, cuando transportaba un alijo al clan familiar de Huesca, que se encargaban de su venta a los pequeños vendedores en la calle.
La operación se ha saldado con diecinueve detenidos, cinco de origen magrebí, cuatro del clan familiar oscense y diez vendedores al por menor en la provincia de Huesca.
En los siete registros domiciliarios fueron localizados los 157 kilos de hachís y 2 de cocaína decomisados.
Los agentes también consiguieron interceptar una de las caravanas que viajaban desde el sur del país, que transportaba alrededor de cien kilos de hachís distribuidos en tres fardos.
Las investigaciones las ha coordinado el Juzgado de Instrucción 4 de Huesca, que ordenó el ingreso en prisión de 6 de los detenidos, los cabecillas del grupo y traficantes, la expulsión de un magrebí en situación ilegal en España y la puesta en libertad con cargos de los doce restantes.