Mercadona implantará a partir del próximo lunes, 4 de mayo, una nueva jornada laboral de cuatro días de trabajo y tres de libranza (incluido domingo) en todas sus tiendas, mientras dure la crisis generada por la Covid-19.
La medida, que se había ensayado primero en 24 tiendas, se extenderá desde este lunes a todos los supermercados de la cadena, con el objetivo de reducir el contacto entre la plantilla y los clientes. Así lo ha trasladado la compañía al Comité Intercentros compuesto por CCOO y UGT, según han informado ambos sindicatos en un comunicado conjunto y han confirmado fuentes de la empresa.
El sistema de trabajo prevé turnos rotativos donde aproximadamente dos tercios de la plantilla de una tienda trabaje y el otro tercio restante descanse. Esta organización se mantendrá mientras duren los efectos de la crisis sanitaria provocada por la Covid-19 como "medida de carácter excepcional y temporal", han precisado desde la compañía.
Así, se realizarán grupos de trabajo. Cada grupo librará 2 días consecutivos, más el domingo, siendo rotativos todas las semanas. La rotación de semanas hace que se libre cada tres semanas cinco días seguidos.
Cada día de trabajo se realizarán 9 horas diarias, 36 de media a la semana y las restantes irán a cargo de la empresa. El día anterior y posterior a un festivo, en caso de que fuera necesario, se podrán planificar 10 horas.
En ningún caso se podrá hacer bolsa de horas. Los horarios serán de mañana y tarde, como guía, de 06.00 a 15.30 en turno de mañana (con 30 minutos de descanso) y de 10.00 a 19.30 en turno de tarde (con una hora de descanso), pudiendo sufrir modificaciones de una tienda a otra.
La salida de los descansos se irá escalonando, para garantizar las distancias preventivas. Los horarios se entregarán todos los jueves y pueden tener alguna modificación de turno u horario.
Los festivos que caigan en días de libranza quedarán compensados por la reducción de horas que se hace semanalmente. Las reducciones de jornada podrán entrar en esta nueva modalidad de horarios si, voluntariamente llegan a un acuerdo con el coordinador del centro de trabajo.
A su vez todos trabajadores que se adapten a la jornada de 4+3 tendrán una reducción del horario semanal. Para aquellos que por cuestiones de conciliación familiar no puedan adaptarse a está jornada, la empresa se compromete a valorar y buscar soluciones de forma particular.