Según ha informado el letrado Ernesto Rodríguez, acusación particular en representación de la pareja de la víctima, el jurado ha considerado al acusado culpable por unanimidad y ha estimado las atenuantes planteadas, como la de consumo de alcohol y la de trastorno mental.
Ha precisado que tanto la Fiscalía como las dos acusaciones particulares -la otra en representación del hijo del fallecido- han coincidido en sus peticiones de pena, solicitando 11 años de prisión por el delito de asesinato y un año de cárcel por el de tenencia ilícita de armas.
En cuanto a las indemnizaciones, se han solicitado 120.000 euros para el hijo de la víctima y la misma cantidad para el hombre que era pareja del fallecido, "tras reconocer la convivencia durante más de 20 años", según ha indicado a Europa Press el abogado que dirige dicha acusación.
El acusado admitió los hechos por los que se le acusa, alegando que había bebido mucho desde primeras horas del día y había tomado droga. Así, dijo que la relación con el fallecido era "normal, amigable", apuntando que era cliente habitual del bar; y se mostró "más que arrepentido" de lo ocurrido.
Explicó que estando en el bar, sobre las 12.30 horas, entró una mujer que pidió cambio para comprar tabaco y al ver el procesado que llevaba trenzas en el pelo dijo: "ésta ha tenido un susto, no veas cómo tiene los pelos", frase que repitió en varias ocasiones y que provocó que el dueño del local le dijera que dejara la broma.
El procesado admitió que cuando entró la mujer hizo una broma y la cosa "pasó a mayores" con el dueño del local que le recriminó sus manifestaciones. Como estaba "muy enfadado", salió del bar para fumar, aunque luego volvió a entrar y, "saqué el arma y disparé", aseguró.