Horror en Gaza mientras la Vida sigue igual

Publicado: 27/10/2023
Autor

Rafael Fenoy

Rafael Fenoy se define entrado en años, aunque, a pesar de ello, no deja de estar sorprendido cada día

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Tres certezas: la del genocidio, presenciado en directo, la humanidad está en manos de unos locos con poder militar implacable y la ONU un cero a la izquierda
En cada país, en cada rincón del planeta, se dirimen discrepancias o confrontaciones. Suelen considerarse de mucha importancia allí donde se producen, a pesar de que simultáneamente se desarrollen acontecimientos de ámbito mundial, que coloquen a esa problemática “local” en el nivel de micro problema. No obstante, como aquello está tan “lejos”, hay quien sigue mirándose el ombligo para resolver el asunto “local” a su favor. En España, por ejemplo, se mantiene el pulso informativo sobre los tira y afloja de la formación del nuevo gobierno, mientras se firman pactos entre fuerzas políticas para apoyar investiduras. Simultáneamente en Israel se lloran los muertos de los asesinatos terroristas de Hamas y en Gaza la sangre corre y ríos de lágrimas se derraman porque se masacra a la población palestina. Los informativos se abren con unas pinceladas sobre el holocausto palestino, declaraciones de distinto signos, imágenes espeluznantes del bombardeo y muerte en Gaza, para después comentar, analizar lo que dijo Feijoo, Sánchez, Yolanda, Puigdemont… Que si “amnistía sí o no”, que si hay o no “acuerdo progresista”…. Es verdad que todo importa y sin embargo causa perplejidad que, ante tanta masacre por bombardeos contra la población civil en Gaza y la situación desesperada de más de un millón y medio de personas arrinconadas en la frontera con Egipto sin alimento ni agua, la noticia más comentada sea la polémica de si desaparecerán los vuelos de menos de 2 horas y media. Si además los noticiarios acaban con las liturgias por celebraciones relacionadas, o no, con la casa real o la polémica entre la compra de árbitros del futbol Club Barcelona… podría llegar a pensarse en la existencia de toda una confabulación estratégica para que en el ánimo de las audiencias se eclipsara la gravedad de lo que está ocurriendo en estos días en la franja de Gaza. En la aldea global en que se ha convertido la Tierra nada importante está lo suficientemente lejos como para no verse directamente implicadas todas las naciones del mundo. Aunque en la política internacional aún no se haya superado geopolítica del final de la 2 guerra mundial en 1945. Y es que de puertas a dentro en cada hogar el genocidio de cientos de miles de seres humanos no puede contestarse. Viene muy, pero que muy grande a las familias para poder influir en algo y parar esta matanza. ¿Qué se puede hacer? Seguro que si las víctimas, sean israelíes o palestinas estuvieran en las cercanías se les socorrería. Pero están tan, tan lejos. Por otro lado muchas personas se preguntan por qué los lideres mundiales, que pueden hacer algo, no lo hacen. Porque parece que hay un consenso generalizado en el mundo mundial de que hay que ayudar al pueblo palestino y que la acción del ejército israelí es desproporcionada. Vaya por delante que cualquier análisis en modo alguno puede justificar los asesinatos que el terrorismo de Hamas ha perpetrado y el dolor que infringe a las familias israelíes al retener a los rehenes. Pero el gobierno israelí no está en otra cosa que liquidar si o sí a Hamas cueste lo que cueste. Esta España sabe del sangriento terrorismo de ETA y nadie en su sano juicio hubiera permitido que el ejército invadirá el país vasco bombardeando cada pueblo hasta acabar con ETA. Esto es lo que sucede ahora en Gaza. Todas las instancias internacionales, exceptuando los gobernantes de Israel y Estados Unidos, manifiestan un total acuerdo en que las acciones militares que lleva a cabo el ejército israelí son crímenes contra la humanidad, con la indispensable ayuda del gobierno de Estados Unidos. Toda la comunidad internacional está de acuerdo en que el pueblo de Israel debe defenderse del terrorismo de Hamas. Y también nadie puede negar que la situación, desde 1947 cuando se fundara el estado de Israel, sólo se ha ido deteriorando, a pesar de los múltiples acuerdos e intentos de encontrar una solución pacífica en toda la zona. Mucha responsabilidad, en el incumplimiento de acuerdos, tienen los gobiernos de Estados Unidos, que han permitido actuaciones inaceptables de los gobiernos israelíes. De todos esos polvos aparecen estos sangrientos lodos. Porque al monstruo terrorista de Hamas ¿Quién lo ha alimentado? Toda la población mundial mira expectante y horrorizada por lo que está sucediendo en Gaza. Y más aún indigna la inoperancia de una diplomacia internacional y el penoso papel inoperante que la ONU está interpretando en este drama humano. Porque esta crisis pone de manifiesto la gran mentira del poder de la ONU. Este horror desencadenado contra todo un pueblo inocente, ante la impotencia de todas las “potencias” mundiales, pone de manifiesto que el mundo tiene un amo y que todas las referencias a derechos humanos, la paz entre los pueblos… son mentira. Porque quienes tienen intereses bastardos trabajan para que esa tensión constante se mantenga a costa de lo que sea. Matando a cientos de miles de inocentes o pasándose lo que digan la ONU y demás foros internacionales por el arco del triunfo. La gravedad del momento tiene dos caras: la del genocidio, presenciado en directo, no en la clandestinidad de los hornos crematorios nazis de antaño, y el convencimiento de que toda la humanidad está en manos de unos locos con un poderío militar implacable. Y ahora desde cada uno de los hogares ¿Qué se puede hacer? ¿La cotidianidad, la “vida” sigue igual? Ojalá la realidad fuese tan amable como la conocida canción, ganadora en 1968 del X festival de Benidorm, compuesta e interpretada por Julio Iglesias.

Fdo Rafael Fenoy

 

 

 

 

 

 

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