La localidad valenciana de Sagunto se postula con muchas opciones para acoger la gigafactoría de baterías para coches eléctricos de Volkswagen que la compañía automovilística pretende traer a España. La Comunidad Valenciana está ampliando el terreno del parque empresarial Parc Sagunt II, donde se instalaría la infraestructura, después de que fuentes presentes en las negociaciones confirmaran que la decisión de escoger Sagunto está casi tomada.
La Comisión Territorial de Urbanismo de Valencia ya ha aceptado el proyecto de expropiación de estos terrenos que cuentan con 5,6 millones de metros cuadrados para construir la futura gigafactoría o, en su defecto, otras instalaciones.
Aunque la multinacional todavía no ha dado a conocer su elección final, todo apunta a que Sagunto sería la ubicación por la que se ha decantado Volkswagen, que estaría a la espera de que el Ministerio de Industria publique la convocatoria del PERTE para la automoción y a partir de ahí anunciar su decisión. La Comunidad Valenciana compite contra Aragón, Extremadura y Cataluña, que en estos últimos días han visto cada vez más frustradas sus opciones.
La posible instalación de la gigafactoría de Volkswagen en Sagunto tendría un doble efecto sobre la factoría de Ford en Almussafes: por un lado reduciría en una pequeña parte los costes logísticos de aprovisionamiento de la planta de Almussafes, lo que sería bueno para la permanencia de Ford en tierras valencianas. Pero este efecto positivo podría no ser suficiente, porque los grandes costes logísticos están en la exportación de vehículos ya montados, no en el aprovisionamiento de piezas sin montar, y los costes de Almussafes seguirían siendo más altos que los de la planta alemana que compite con ella. Y lo peor de todo es que si Ford cierra Almussafes, lo mismo la Volkswagen se echa atrás y no se instala en Sagunto. Ximo Puig, a pesar de algunas campanas lanzadas al vuelo, ha preferido ser prudente y señalar que la decisión la deberá tomar la empresa automovilística.