En declaraciones a la prensa en un edificio del Gobierno en Tabriz, en el oeste de Irán, la mujer también demandó a los medios extranjeros que olviden su caso.
El escritor y filósofo galo Bernard-Henry Lévy denunció lo que considera una “manipulación” de las autoridades iraníes sobre Shakine y su hijo, y consideró que deben haber sido sometidos a “presiones insoportables”.