"Mi amigo Mohamed es un hombre, un auténtico. Qué pena que no haya tenido tiempo para finalizar su trabajo", afirmó el joven cuando varios agentes de Policía le pararon en el barrio de Izards, en un control efectuado el 22 marzo pasado, el mismo día que los agentes de la unidad de élite policial RAID (Disuasión, Intervención, Investigación y Asistencia, por sus siglas en francés) abatieron con una veintena de disparos a Merah, poniendo fin a su encierro de 32 horas en su apartamento.
El joven de 20 años fue juzgado el jueves en un tribunal correccional de Toulouse, que le ha condenado a tres meses de prisión, una pena sensiblemente inferior a los nueve meses de cárcel que solicitaba la Fiscalía.
Durante la vista, la Fiscalía ha asegurado que no sólo elogió a Merah sino que, además, alentó a varios jóvenes que estaban junto a él para amenazar a los agentes de la Policía. El acusado ha negado haber elogiado al presunto asesino de Toulouse, así como haber animado a otras personas para que se rebelaran ante los policías.
"Creo que esas declaraciones son inaceptables para todos. Hechos como los cometidos por Mohamed Merah son inaceptables", afirmó el procesado. A preguntas de su abogado, indicó que Merah era conocido hasta que cometió los crímenes como "un buen tipo" pero ha subrayado que lo que hizo es condenable y podría haberlo hecho a su madre o su hija.