La decisión ha sido tomada por la propietaria de la tumba, una mujer no identificada que podría tratarse de una pariente lejana del padre de Hitler, Alois, según informó el alcalde del pueblo, Walter Brunner, este viernes.
"No es que la gente visitara constantemente el lugar, pero ocurrían cosas de vez en cuando, la última vez a finales del pasado otoño: algunas acciones de fanáticos", indicó el alcalde. Medios locales concretan que la tumba fue desecrada esa vez con pintadas nazis, como ya sucediera en 2009, con motivo del 120 aniversario del nacimiento de Hitler.