Levante y Getafe empataron a cero en un encuentro parejo que el equipo local pudo ganar a la heroica en los últimos minutos, justo después de la jugada clave del choque: un disparo de falta de Iborra en el minuto 88 que los locales reclamaron como gol.
El balón dio en el larguero y luego botó bajo la portería. Los jugadores del Levante rodearon al árbitro y le protestaron airadamente porque consideraron que el esférico había traspasado la línea de meta.
Hasta ese momento se había visto una buena primera mitad y una segunda parte en la que el duelo se apagó hasta parecer que el empate era bueno para todos. Tras la jugada del 'gol fantasma' y espoleado por el público, el Levante dispuso de dos o tres opciones para quedarse con los puntos.
La igualada reflejó lo visto en el conjunto del encuentro, pero castigó al Levante, que en los cinco últimos minutos pudo quedarse con los tres puntos.
El partido fue intenso desde la primera jugada, una clara opción de gol del local Acquafresca, de un choque entre dos equipos que, con estilos diferentes de juego, trataban de imponer su dominio y de buscar el gol.
Por ello se jugó a muy buen ritmo desde el inicio, con una dinámica que se mantuvo a lo largo de todo el primer tiempo, en el que el Levante trató de ser fiel a su habitual fútbol de contragolpe ante un Getafe que pretendía tener más el balón y llegar a la meta de Munúa en jugadas más largas.
En ese pulso, el balón fue más del equipo visitante, pero las ocasiones más claras de gol corrieron por cuenta de los locales. Entre ellas destacaron un remate de Pedro López al larguero en el minuto 15 y una posterior penetración de Acquafresca, al que se le escapó el balón cuando tenía la opción de abrir el marcador.
El esfuerzo de ambos equipos fue considerable a lo largo de todo el primer periodo, aunque no dio lo suficiente de sí como para que uno de los dos fuera capaz de abrir el marcador.
Con la misma dinámica de lucha, intensidad y pelea dio comienzo la segunda parte. Era un partido de ida y vuelta con constantes pérdidas y recuperaciones de balón, en el que unos y otros mantenían intactas sus aspiraciones de marcar, aunque a medida que pasaban los minutos las defensas se imponían cada vez más a las delanteras.
Sin embargo, mediado este periodo el partido se enfrió. Ambos equipos acusaron el esfuerzo realizado y las imprecisiones empezaron a ser frecuentes. Pasaba el tiempo y empezaba a pasar por la mente de ambos equipos que no perder también era importante.
El encuentro entró en su último cuarto sin la chispa de la primera hora del choque, pero con una clara oportunidad para el Getafe en el minuto 82 en una jugada muy embarullada que no acabó en gol por muy poco, aunque más clara fue la opción del Levante en una falta lanzada por Iborra.
El balón dio en el larguero, botó bajo la portería y los jugadores del Levante reclamaron gol, en una acción que animó los minutos finales de un encuentro que acabó con las mejores ocasiones de gol para el equipo local, con aplausos para el Levante y con un gran abucheo para el árbitro.
Todo quedó marcado por lo ocurrido al final de un encuentro en el que ninguno de los dos equipos fue claramente superior a su oponente.
