El Valencia Basket se impuso al Real Madrid, en la jornada 28 de la Liga Endesa, en un encuentro en el que el equipo valenciano superó sus muchos problemas físicos y dominó a un rival perdido y al que nunca dejó encontrar su rumbo en el partido.
Con tres de sus cinco pívots lesionados, el Valencia supo ahogar al Real Madrid con una defensa intensa y en ataque, los triples de Thomas Kelati abrieron el camino para que Bojan Dubljevic y Pau Ribas castigaran la falta de hambre de triunfo visitante, sólo mitigada por Sergi Llull.
Un eléctrico duelo de triples entre Kelati y Llull abrió un encuentro al que poco a poco se sumaron los interiores. Primero los hicieron los visitantes de la mano de Mirza Begic, pero cuando lo hizo para los locales Bojan Dubljevic el Valencia se hizo con el mando (22-19, m.10).
Pese a las muchas lesiones con las que afrontaba el choque, el Valencia se creció. Con una defensa rocosa, neutralizó a un Madrid perdido en su rotación y, en ataque, al continuo bombardeo de Kelati se unieron dos invitados inesperados: Rodrigo San Miguel y Will Hanley.
El base aragonés acertó con dos triples librados y obligó a abrirse a la defensa del Madrid y Hanley, que esta temporada ha jugado en el Oviedo de la LEB 2, supo ganar la espalda de los defensores visitantes para apuntalar la renta local (52-38, m.20).
El paso por el vestuario no cambió el panorama. De hecho, el Madrid pagó con una antideportiva y una técnica al banquillo su total desconcierto (60-40, m. 24). Sólo Llull, certero en el tiro y con un instinto diferente al de sus compañeros, sostenía a los visitantes y con siete puntos seguidos dio vida a los suyos.
Pero el 'huracán menorquín' no amilanó a los locales. Con un incisivo Pau Ribas a los mandos, el Valencia aprovechó el inmenso talento de Dubljevic, que castigó a los interiores del Madrid tanto en la pintura como en la línea de 6'75 y volvió a poner el cerrojo al aro local.
Desconcentrado hasta fallar 9 de sus 15 primeros tiros libres, el Madrid se encontró con una ayuda inesperada para un último intento de remontada: dos triples de Hettsheimer. Pero tampoco así perdió la calma el Valencia que, inmenso en defensa, cogió aire con un par de acciones de Justin Doellman.
Con la Fonteta rendida a la entrega de los suyos, el Valencia supo gestionar su cansancio para no dar alas a un Madrid incapaz de anotar desde posiciones cercanas al aro y que apenas puso en problemas a los locales en los últimos minutos.