El Iberostar Tenerife sacó adelante y sin excesivos problemas su encuentro ante el Bilbao Basket, un choque donde se vio mucho juego ofensivo y poca defensa.
Sin nada que jugarse, aunque si mejorar su actual clasificación en la Liga ACB, el Iberostar parecía que tenía muchas más ganas de sumar el triunfo, por lo que fue un encuentro donde el espectador disfrutó por las numerosas acciones ofensivas que se realizaron, sobre todo en la segunda mitad, cuando ya el equipo canarista ganaba por veinte puntos de diferencia.
El Bilbao Basket empezó más entonado repartiéndose los puntos entre Álex Mumbrú y Germán Gabriel, pero poco a poco el Iberostar Tenerife fue encontrando su lugar en la cancha merced a los aciertos de Sikma en el interior, y en el exterior de Blanco y Uriz.
En el minuto 5 el equipo tinerfeño se puso por primera vez delante en el marcador (12-11) y, aunque los bilbaínos volvieron a situarse por delante (20-23), el dominio empezó a ser del equipo local que poco a poco fue poniendo ventaja en el electrónico.
Esta empezó en el segundo cuarto y con la presencia de Carl English en cancha, el jugador canadiense aprovechó la falta de intensidad defensiva del rival, se atrevió a lanzar y a anotar para ayudar a su equipo a tomar ventajas importantes.
Un parcial de 17-2 para el Iberostar Tenerife hace que logre su máxima diferencia (44-27), ventaja que se aumentó hasta los 19 puntos poco antes de llegarse al descanso (55-38).
Tras la reanudación ambos equipos siguieron con su juego, es decir mucho ataque y poca defensa, y las ventajas se mantuvieron e incluso el Iberostar llegó a ponerse veinte puntos arriba (60-40) en una fase del partido en el que los protagonistas fueron los hombres exteriores.
No había juego interior y todo se basaba en buscar una buena posición para tirar, una situación que encontraban con facilidad debido a la falta de intensidad defensiva.
El último cuarto fue muy similar al anterior y dependía del acierto o no de los hombres exteriores del equipo, y así los ataques, en muchas ocasiones, no duraban ni diez segundos y a la mínima ocasión de tiro, ningún jugador se cortaba en hacerlo.
El Bilbao llegó a recortar la distancia de 20 puntos que ya acumulaba su equipo y tras un parcial de 2-13 se llegó a situar a doce puntos, pero poco más en un encuentro que careció de defensa y de intensidad por parte de los dos equipos.