Las médicas forenses que han declarado hoy como peritos en la vista con jurado popular contra el presunto asesino de Antonia G.A., la mujer de 33 años degollada en Huércal de Almería presuntamente por su expareja, F.S.S.G., han afirmado que éste es "irritable, impulsivo y violento".
Así lo han relatado durante la sesión celebrada esta mañana en la Audiencia Provincial, donde han sostenido que aunque en las pruebas presentó un coeficiente intelectual de 68, dos puntos por debajo de lo que se establece como un retraso mental leve, el estudio de su vida cotidiana demostró que "estaba perfectamente adaptado".
"Se adapta perfectamente a la vida, trabaja, tiene amigos, utiliza medios de transportes, tiene una cuenta de Facebook. Para conocer a Toñi incluso utiliza otro perfil", han incidido.
Han dicho que podría haber simulado este "retraso" e incluso exagerado los síntomas de intoxicación etílica por los que fue trasladado al Hospital Torrecárdenas de Almería, dado que en otras ocasiones lo había hecho, como cuando había sido denunciado en otros casos de violencia de género.
Han señalado que los informes de la psiquiatra de la prisión apuntan a que podría tener un trastorno de conducta antisocial, pero han subrayado que esto no supone que no tenga capacidad para entender lo que está haciendo, sino que se trata de personas que tienen sus capacidades cognitivas intactas pero que infringen normas y son antisociales.
Han negado que además pueda sufrir un lapsus de memoria que vaya desde el momento en el que llegó a la casa de la víctima hasta su detención, porque "médicamente no existe".
Consideran que Antonia fue sorprendida en su habitación, posiblemente con un "interés sexual", y que tras violarla cogió lo "primero que tenía a mano", una lámpara, y la golpeó con ésta, un porta retratos y un cuchillo con sierra, de forma que pudo "ir alternando un objeto con otro en ese estado de rabia".
Han señalado además que se han encontrado restos de ADN del presunto autor en el saco vaginal de la mujer, que presentaba "el mayor número de lesiones que en 20 años" ha visto una de las forenses, quien ha dicho que de no haber sido degollada, Antonia habría muerto desangrada.
Por otro lado, han declarado como testigos los padres y la hermana y hermano de Antonia, quienes han coincidido en que vieron pocas veces al acusado y que la víctima había dejado la relación con él el 25 de diciembre de 2016.
La madre ha relatado que le dijo a su hija que no le gustaba y que ésta le trasladó poco después que le había dicho que no lo quería como pareja aunque "como amigos podían seguir". Una decisión que, según la hermana, el acusado, al que ha calificado de "fanfarrón", no tomó bien.
