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El camino medieval al cerro, punto de inflexión

Juan Carlos Castillo: "Si no ponemos remedio ahora en pocos años no tendremos muralla”

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  • Juan Carlos Castillo y José Luis Serrano -

 La recuperación del camino medieval hacia el Castillo, que llevará a cabo una escuela taller, según el proyecto municipal, podría ser el inicio de la recuperación del cerro de Santa Catalina y de toda su riqueza patrimonial, monumental, natural, geológica y turística. Con ese hilo de esperanza ya asido, el catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Jaén (UJA), Juan Carlos Castillo, y su colega y también miembro del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la UJA, José Luis Serrano, abrieron las I Jornadas Jahencianas.

Serrano inició su intervención mostrando como Lleida, una ciudad similar a Jaén, había integrado y puesto en valor su cerro y su castillo, para a continuación hacer un recorrido por los primeros poblamientos de Jaén en el yacimiento de Marroquíes Bajos hace 4.600 años. Por lo que respecta al cerro de Santa Catalina sería en el primer milenio antes de nuestra era  (a.n.e.) cuando se puebla el cerro. Aquella ciudad es coetánea a la de Puente Tablas y curiosamente, según explicó José Luis Serrano, se dan dos circunstancias: mientras que de la del cerro se conoce todo sobre la vida en su entorno, pero nada del oppidum, de la de Puente Tablas se conoce casi todo de cómo vivían en en el oppidum, pero nada del entorno.

José Luis Serrano explicó también la riqueza agrícola de la margen izquierda del Guadalbullón, frente a la baja fertilidad de la otra orilla, algo en lo que más adelante ahondaron los geólogos. Esta circunstancia hizo que la dispersión de habitantes por la depresión de la Magdalena fuera alta, hasta que las guerras dieron lugar a las primeras murallas y a la concentración de sus habitantes. Serrano concluyó que a lo largo del siglo III a.n.e.  ya se contaba con un amplio territorio con canalizaciones y silos.


En ese punto el catedrático Juan Carlos Castillo continuó la conferencia inaugural “Evolución histórica de los asentamientos del Cerro de Santa Catalina. Propuestas desde la investigación Histórico-Arqueológica”, de forma muy reivindicativa. Recordó que 1992 y 2002 son los primeros contactos con la estructura defensiva del cerro. “Si no ponemos remedio en pocos años no tendremos muralla en el cerro de Santa Catalina”, arguyó. Castillo mostró la vista de Jaén de Anton van den Wyngaerde del año 1567 en la que se aprecian las murallas medievales y recordó que bajo ellas, en muchos casos, están las ibero-romanas. En el año 902, con Add-al Rahman II, Jaén ya cuenta con una medina y será durante los siglos XI al XIII, cuando los reinos de taifas se disputen la ciudad, y ante la creciente inestabilidad, que continuará en los siguientes siglos (llegada de Alfonso VII) cuando aparece la muralla, muy similar a la imagen de Wyngaerde. Mientras tanto, en el cerro se suceden las fortalezas y construcciones, el Alcázar viejo de Abrehui, el palacio del siglo XII cuyos arcos y yeserías se conservan en el Museo de Jaén y las últimas actuaciones de los franceses hasta que el Parador arrasa con buena parte de ello. Sin embargo, aún se puede conservar y recuperar mucho, sobre todo de las murallas. La puesta en valor del camino medieval podría dar pie a ello.

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