Desde Agaden-Ecologistas en Acción denuncian la poda “salvaje” que está realizando el Ayuntamiento gaditano en los árboles que se encuentran situados en los itinerarios escolares seguros de los centros educativos ubicados en la avenida principal de la ciudad. Y asimismo, piden explicaciones por la “eliminación” de varios olmos en la plaza Candelaria, que está inmersa en obras para su reurbanización. Además, recuerdan que el anterior equipo de Gobierno presentó el pasado mes de abril el Plan Director de Arbolado, con una vigencia de 10 años, “y estamos viendo que no se va a cumplir”.
Este temor lo expone la ecologista Paula Marchena, tras observar las talas realizadas estos días en la avenida y que han dejado a varias especies arbóreas “prácticamente sin hojas”. En este punto, recalca la “importante función” que cumplen los árboles proporcionando “refugios climáticos” al conseguir con su sombra disminuirla temperatura en hasta 5 o 6 grados. Igualmente, apunta al daño que se le hace a muchas aves con ese tipo de poda a los árboles, “que son seres vivos que proporcionan oxígeno, humedad…”.
Es por ello que lamenta la “poca sensibilidad” que existe en esta ciudad con el tema ambiental, algo que hace que “cada vez resulte más incómodo vivir en Cádiz”. Y enlaza este comentario con la desaparición de varios árboles en una plaza “tan familiar” como es Candelaria. “En uno de los laterales de la plaza han dejado sólo un almez que plantaron el año pasado, los demás árboles los han eliminado, y la protección de los mismos que indicaba el proyecto de reforma de Candelaria es nula. Además, el almez presenta heridas”.
Por este motivo, han solicitado una reunión al Ayuntamiento gaditano sin que hasta el momento hayan obtenido respuesta. VIVA CÁDIZ ha preguntado al Consistorio, que ha expuesto que se han retirado tres árboles -Agaden apuntan que son más- por parte de la propia constructora. “Forma parte del contrato y ellos se encargarán de sustituirlos”, apuntan esas fuentes municipales. Asimismo, aseguran que los tres ejemplares retirados se encontraban “en mal estado con síntomas de pudrición y con hongos”, y que serán sustituidos una vez finalicen los trabajos.
