Los jienennes derrochan ganas e ilusión con un tipo gótico y añejo que saldan su actuación dignamente con voces que van al límite. Eso sí, se acuerdan de Cádiz al que quiere un mejor trato del gaditano y deje “de tirar tierra sobre su propio tejado”. Nos sigue sonando demasiado extraño el acento al cantar. Primer pasodoble muy comprometido, tema social sobre la homosexualidad. Ovación.
Cierran su actuación con un popurrí en el que el juego lumínico se ajusta a la temática, pero termina mareando al respetable.