Una artefacto colocado en una motocicleta de pequeña cilindrada y al parecer accionado por control remoto, segó la vida de Masud Ali Mohammadi, profesor de Física Atómica de la Universidad de Teherán y reputado experto nuclear.
Según el relato oficial, el dispositivo estalló cuando el científico salía de su domicilio en un barrio acomodado del norte de la capital y se disponía a abordar su vehículo para ir al trabajo.
Mohammadi era un investigador reputado, “comprometido” con el régimen, como se apresuró a recalcar el fiscal general de Teherán, Abas Yafari Dolatabadi.
La televisión estatal explicó que el fallecido fue uno de los primeros iraníes expertos en materia nuclear y dio a entender que tenía vínculos con los voluntarios islámicos Basij.
La Casa Blanca tildó de “absurda” la acusación difundida por el gobierno de Teherán de que el asesinato ayer de un científico iraní fue cometido por Israel y Estados Unidos.
La web pro reformista Jaras, gestionada por los opositores iraníes, aseguró que Masud Ali Mohammadi, el científico iraní asesinado en la jornada de ayer en un atentado con bomba, era seguidor del movimiento a favor de la apertura.
Según este sitio de internet, el nombre del investigador aparecía en un comunicado de apoyo al líder del movimiento verde, Mir Husein Musaví, firmado por 240 docentes e intelectuales durante la pasada campaña electoral.
La versión de Jaras contradice la información dada por el régimen iraní.