Había una pequeña esperanza de que la Junta General de Accionistas del Recreativo de Huelva sirviera para poner un poco de luz en el sombrío panorama económico de la entidad y para recuperar algo de la paz social perdida. Pues no. En lo económico, más de lo mismo, y en lo social otra lección más de inmoralidad de los dirigentes que provocaron el estallido de los empleados.
La comparecencia de los trabajadores del Recre eclipsó el resto de la jornada. No estaba prevista, pero estallaron cuando Álvaro Roncal, el que se supone que es la cara de los desconocidos accionistas mayoritarios, les prometió por la mañana que tras la junta hablarían, y lo que hizo el señor Roncal tras la junta fue irse sin hablar con ellos porque tenía un billete de tren para regresar a Madrid. Fue el detonante de una comparecencia cargada de rabia, pero con un mensaje bien clarito emitido por Nardy Lafuente, responsable de comunicación del club y portavoz de sus compañeros.
“Roncal se comprometió a hablar con nosotros tras la Junta, pero ha dado preferencia a un billete de tren”, empezó explicando Nardy, que consideró una falta de respeto lo hecho por el empresario.
Lafuente explicó que “por el bien del club, debemos seguir trabajando y silenciar los incumplimientos”, pero matizó que “hemos llegado a un punto y no podemos seguir así”. Contrariado, muy contrariado, y respaldado por el resto de afectados por los continuos impagos del club, el responsable de prensa del Decano explicó que a lo largo de todo el tiempo que han estado trabajando sin cobrar (y aún le deben dos nóminas y nadie les asegura que no se vayan acumulando más) “hemos hecho nuestros los problemas del club” y dejó claro que “lo que ha hecho el representante de los hipotéticos inversores es una falta de respeto”. “Hoy se ha reído de una parte importante del Recre”, sentenció. En esta línea, Lafuente describió que desde los mandatarios albiazules “se nos hicieron promesas de pago que no se han cumplido”, aunque, casi resignado, lamentó que “forma parte de la diatriba de los últimos tiempos”.
En cuanto a los dramas personales que ha generado tanto tiempo sin cobrar, dijo: “Aquí hay gente que ha vendido pertenencias para poder sobrevivir”, pero muchos de los afectados han preferido morderse la lengua para no avivar más el incendio de la ruinosa casa albiazul.
Ante tanta incertidumbre, los empleados confiaban en que Roncal les fuera sincero y les explicara la situación real para, al menos, saber a lo que atenerse, pero no fue así: “Sólo queríamos que nos dijera qué planes tiene el hipotético grupo inversor y no los sabemos porque ha cogido el AVE”. A partir de ahora, “si no hay respuestas y soluciones, estableceremos una hoja de ruta con actuacione”, pero eso sí, quiso dejar claro que “no es una guerra contra nadie”. En la línea de su razonable queja, Nardy Lafuente también dijo que “lo que no se puede hacer es tener a 32 padres de familia trabajando gratis” e insistió, a pesar de ello, en que “nosotros, si no hay solución, no nos vamos a marchar. Vamos a luchar”.
Benjamín Naranjo amaga con dimitir como presidente
El presidente del Recreativo, Benjamín Naranjo, amagó este miércoles con dejar el cargo que desempeña desde julio y en el que ha sido confirmado oficialmente en la junta general de accionistas. Durante el encuentro desarrollado en el Nuevo Colombino, Naranjo anunció su deseo de marcharse.
“Tomé la decisión de no seguir porque no le veía futuro a esto. Después me han hecho recapacitar”, ha declarado el dirigente albiazul, quien ha explicado: “Me niego a ser el presidente con el que se hundió el Recreativo. Tengo que hablar con el Ayuntamiento urgentemente. Si el segundo máximo accionista no me demuestra que hay fiabilidad, no seguiré”. “Esto se va a pique si los máximos accionistas no se unen”, ha avisado Naranjo, quien ha asegurado que “no hay nadie que se quiera hacer cargo del club”.
En la junta de accionistas ha trascendido que la deuda de la entidad asciende a 14.540.000 millones de euros al restar al montante total lo que debe de ingresar.
Por su parte, el consejero y portavoz Antonio Martín dijo:  “Si los inversores no cumplen con sus objetivos, se irán”, ha aseverado Martín, que da por hecho que han puesto “dos millones de euros”.
