En un discurso dirigido a los gibraltareños con motivo del nuevo año y que difundió el viernes su oficina, Caruana culpa al sistema de alcantarillado del municipio gaditano de la contaminación de la playa gibraltareña de Western Beach, no apta para el baño.
“Nuestros técnicos han demostrado ahora (...) que la fuente (de contaminación) es en efecto el sistema de desagüe del agua de lluvias en La Línea”, afirma Caruana, cuyo Gobierno ha presentado “formalmente” este asunto ante las autoridades españolas y acudirá a las europeas “si es necesario”.
La solución a este problema, considera, está “físicamente fuera del control” del Gobierno gibraltareño, que tiene por tanto que “confiar en el proceso diplomático”.