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El mercadillo se traslada al Llano Amarillo el martes 5

Críticas de los ambulantes por el retraso de la entrega de las tarjetas y por el trato de funcionarios

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El inicio de los trabajos de montaje de las casetas en el Parque Feria, desde mañana viernes, ha obligado al Consistorio a trasladar el tradicional mercadillo de los martes desde su ubicación habitual al Llano Amarillo.

De esta forma, desde el próximo martes día 5 de abril, los puestos del mercado ambulante volverán a situarse en la explanada del Llano.

En principio, los ambulantes permanecerán en este lugar hasta justo después de la finalización de la Feria Real, ya que la APBA necesita que el Llano Amarillo esté disponible para la Fase Salida de la Operación Paso del Estrecho (OPE) por esas fechas.

Este año, además, se da la circunstancia de que la APBA está llevando a cabo obras de adecuación del frente litoral, lo que obligará a cuadrar un auténtico rompecabezas si se quiere compaginar los citados trabajos, la bolsa de aparcamientos y el mercadillo.

A todo esto habrá de sumarse el campamento en el que los feriantes se sitúan mientras dura la semana grande de Feria y que se sitúa también al final del Llano.

Con todo, uno de los mayores problemas se concentrará en el tráfico rodado de cada martes, ya que experiencias de años anteriores demostraron la dificultad de que la avenida Virgen de absorber la circulación de forma eficiente.

Los ambulantes conocieron este pasado martes su traslado y que durante abril y mayo no habrá novedades con respecto al año pasado. Eso sí, el 7 de junio sólo montarán los puestos comprendidos entre el 1 y el 100; el 14 de junio del 100 al 200; y el 21 junio del 200 del 300.

Sin embargo, los comerciantes temen “qué pasará el 28 de junio y el 5 de julio”, dado que dudan de que la Feria esté ya desmontada.

Críticas
Fuentes del sector, que no quisieron identificarse por temor a represalias, aseguraron ayer que la Delegación de Consumo “está haciéndolo muy mal, con funcionarios crueles y bordes”. A esto se suman las críticas “por tardar cuatro meses en entregar las nuevas tarjetas. Si estuvieran en una empresa privada ya los hubieran echado”.

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